En el corazón del poder legislativo estadounidense, una batalla campal se libra por el futuro de una aplicación que ha conquistado el mundo digital, hablo de la red social TikTok.
La Cámara Alta del Congreso ha asestado un duro golpe al gigante chino ByteDance, aprobando un proyecto de ley que podría obligarlo a vender su popular plataforma o ser prohibido en territorio norteamericano.
La iniciativa, impulsada por el congresista republicano Michael T. McCaul, enciende las alarmas sobre la posible influencia del gobierno chino en TikTok. El proyecto de ley califica a la aplicación como “una amenaza para la seguridad nacional” y exige a ByteDance que se desvincule de ella en un plazo no mayor a 270 días. De no hacerlo, TikTok enfrentaría una prohibición total en Estados Unidos.
Las preocupaciones de las autoridades estadounidenses no son infundadas. Funcionarios de inteligencia han expresado su inquietud ante la posibilidad de que TikTok sea utilizada por el gobierno chino para recopilar datos sensibles de usuarios estadounidenses e incluso para interferir en procesos electorales. La sospecha se basa en el modelo de negocio de la empresa, propiedad de ByteDance, una compañía china sujeta a las leyes y regulaciones del país asiático.
ByteDance ha salido al paso de estas acusaciones con rotundidad. La empresa asegura que ha implementado medidas de seguridad robustas, como la creación de un firewall impenetrable entre su sede en Los Ángeles y su matriz en Beijing. Además, ha reiterado que no comparte datos de usuarios estadounidenses con el gobierno chino.
Sin embargo, algunos informes sugieren que datos de usuarios estadounidenses podrían estar circulando entre ambas entidades, lo que genera dudas sobre la efectividad de estas medidas y alimenta las preocupaciones de las autoridades estadounidenses.
Con más de 170 millones de usuarios mensuales solo en Estados Unidos, TikTok se ha convertido en una parte integral de la vida digital de millones de personas. La posibilidad de que la app desaparezca de sus dispositivos genera incertidumbre y preocupación entre los usuarios.
Algunas cifras
-170 millones de usuarios mensuales de TikTok en Estados Unidos
-270 días de plazo para que ByteDance venda TikTok en Estados Unidos
-$57 mil millones de valor estimado de TikTok en 2022
La batalla por TikTok no es solo una cuestión de privacidad o seguridad nacional. Es también un reflejo de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China.
La batalla por TikTok en Estados Unidos es solo un capítulo más en la compleja historia de las tensiones comerciales y tecnológicas entre las dos potencias mundiales. Huawei y Apple son otros dos actores clave en este escenario, cada uno con su propio papel en este juego geopolítico.
Huawei, el gigante chino de las telecomunicaciones, ha sido uno de los principales blancos de la administración Trump. En 2019, se le incluyó en la “Lista de Entidades” del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, lo que le prohibió acceder a tecnología estadounidense esencial para la fabricación de sus productos. Esta medida ha tenido un impacto significativo en Huawei, ya que ha dificultado su capacidad para desarrollar y vender sus productos, especialmente los smartphones.
Las acusaciones contra Huawei van desde el espionaje industrial hasta el robo de propiedad intelectual, todas negadas rotundamente por la empresa china. Sin embargo, la batalla legal continúa y el futuro de Huawei en Estados Unidos sigue siendo incierto.
Entre otros conflictos, Apple, la emblemática compañía estadounidense, también se ha visto afectada por las tensiones entre Estados Unidos y China. El mercado chino es uno de los más importantes para Apple, y cualquier restricción o boicot podría tener un impacto significativo en sus ventas.
En 2019, Apple también se vio afectada por la inclusión de Huawei en la “Lista de Entidades”, ya que algunos de sus componentes son fabricados por empresas chinas asociadas con Huawei. Además, las crecientes tensiones entre ambos países han generado un ambiente de desconfianza hacia las empresas estadounidenses en China, lo que podría afectar las ventas de Apple en el país asiático.
La batalla entre Estados Unidos y China por la tecnología es solo un reflejo de una lucha más amplia por la hegemonía global. Ambos países buscan posicionarse como líderes en la economía global y en la innovación tecnológica, y la tecnología se ha convertido en un campo de batalla clave en esta lucha.
Las consecuencias de esta guerra comercial y tecnológica aún no se pueden predecir con certeza. Lo que sí es seguro es que tendrá un impacto significativo en el panorama global de la tecnología. Las empresas, los gobiernos y los consumidores de todo el mundo tendrán que adaptarse a esta nueva realidad.
Para terminar la columna de hoy querido lector, me gustaría compartir la frase de Edward Snowden, ex empleado de la NSA.
”El futuro es incierto, pero una cosa es segura, la lucha por la privacidad y la seguridad nacional en la era digital apenas comienza.”