Conviértase en opinador económico

Con mucha frecuencia, los amigos de este columnista me piden que sugiera formas de profundizar sus conocimientos sobre economía. Sospecho que algunos quieren entrar al fascinante mundo de los opinadores económicos que, ahora, están bajo los reflectores de la calumnia. Serían los principales sospechosos del boicot en curso.

Me siento halagado por las preguntas y requerimientos sobre temas de desarrollo económico porque me permiten desarrollar mi vocación de profesor e investigador. Y también me permite compartir mi pasión por los libros.

He dividido estas sugerencias en dos tipos.

El planeta internet. Creo que se puede conocer más sobre las ciencias sociales en general, y de la economía en particular, en centenas de sitios de internet y ahora también en los de inteligencia artificial. Aquí seré breve y me remitiré a recomendar los cursos de economía que hay en Coursera, EDX y Khan Academy. La mayoría son muy buenos y hay muchos gratuitos. Por supuesto, cualquier Inteligencia Artificial (ChatGPT, Géminis o Copilot) con preguntas de calidad, también puede ser una buena manera de incursionar, en las buenas y malas, artes de la ciencia económica.

El planeta libro. Desde muy joven he desarrollado un fanatismo, solo domado por las restricciones presupuestarias, por los libros, y en particular, por supuesto, por los de economía. Todavía considero que una manera elegante y efectiva de aprender cualquier materia es acariciando un libro, saboreando cada página, sintiendo el olor a tinta y algunas veces resaltando, con cariño, las mejores ideas.

Por supuesto, me encantan las librerías y las bibliotecas, que son la patria de los libros. Así que me explayaré un poco más en recomendar algunos libros para dar los primeros pasos en las avenidas de la economía. Las primeras avenidas a seguir son, por supuesto, los manuales, en los que están condensados y de manera muy bien organizada, inclusive pasteurizada, los conceptos, generalmente divididos en micro y macroeconomía. Esta última es la referida a los grandes agregados como inversión, consumo, crecimiento, empleo y otros. La microeconomía explica las ideas básicas de oferta y demanda y, luego, cómo se comportan las empresas y personas.

Hay decenas de manuales y cada generación tiene sus preferidos. En los años 60 y 70, todo el mundo aprendía economía en el libro de Paul Samuelson. En los años 80 y 90, la Biblia de los economistas, especialmente de los macroeconomistas, era el de Rudi Dornbusch, un gran profesor del MIT. De manera más contemporánea, el libro de economía Gregory Mankiw debería ser lo primero que un novato de la economía debe leer. El libro es muy didáctico y, por supuesto, comienza con las definiciones básicas, para posteriormente ir escalando a temas más complejos.

Como libro texto también recién aparecido hay una opción muy interesante en línea y gratuito: Economía para un mundo en transformación, publicado por el equipo de CoreEcon.

Libros textos escritos por economistas latinoamericanos hay menos. Conozco más a los brasileños porque estudié en ese país y entre ellos está el gran libro de Mario Enrique Simons, profesor de la fundación Getulio Vargas. Los textos de macroeconomía de Edmar Bacha son muy buenos. Felipe Larraín, economista chileno, también contribuyó a elaborar un manual de economía con un fuerte énfasis en la región conjuntamente a Jeffrey Sachs. No tengo la menor duda que en otros países también existen libros textos excelentes de economía. En Bolivia, quien escribió un texto sobre macroeconomía fue Juan Careaga, en los años 80. Otro autor nacional que tiene muy buenos textos es Juan Antonio Morales.

En los últimos años han aparecido, sin embargo, libros de iniciación de economía, escritos para el gran público, de una manera muy creativa y partiendo de la realidad de las personas y las empresas o de temas candentes de la coyuntura de las economías nacionales o internacionales. Los autores son economistas que han incursionado en el periodismo y en la difusión científica.

Por supuesto, estos reflejan posiciones ideológicas. Por un lado, están libros que defienden con mucha fuerza el modelo liberal de la economía. Por ejemplo, uno muy bueno es: Economía en colores de Xavier Sala i Martín. Del mismo autor es muy recomendable Economía liberal para no economistas y no liberales. Este profesor de la Universidad de Columbia es un ícono de la moda en el gremio, usa sacos muy coquetos. Además, tiene una serie de videos en YouTube complementarios a los dos textos mencionados.

En la línea opuesta, en términos ideológicos, están los trabajos del economista heterodoxo coreano, Ha-Joon Chang, como Retirar la escalera. La estrategia de desarrollo en perspectiva histórica o Economía comestible. Los de Mariana Mazzucato son muy buenos para comenzar a entender el rol del Estado en la economía, como El Estado emprendedor. En esta misma línea están los libros de María da Conceição Tavares de Brasil. También periodistas han incursionado en la difusión de ideas y temas económicos. Es el caso de Tim Hartford, que tiene un best seller: El economista camuflado. Muchos de estos se los encuentra en las librerías nacionales o en sitios como Amazon.

Por supuesto hay centenas en el libro sobre economía y están los de autores clásicos como Adam Smith, Maynard Keynes, Friedrich Hayek o Karl Marx. Ahora, si su intención es convertirse en opinador económico profesional, le recomiendo que lo piense dos veces. Esta actividad es de alto riesgo; los incomprendidos analistas están en la primera trinchera de la batalla.