El periodismo de calidad como antídoto contra la infoxicación

Esta semana estuve actualizando mis conocimientos sobre periodismo y la inteligencia artificial, y hubo espacios en los que se generaban diálogos reflexivos sobre el futuro de los periodistas, en ese momento, me vino a la mente la teoría del internet muerto, nacida en las oscuras aguas de la deep web, la cual propone que desde 2016 la mayoría del contenido online es generado por bots e inteligencia artificial.

Aunque improbable, esta teoría nos invita a reflexionar sobre el futuro del periodismo en un panorama donde la información se vuelve cada vez más difusa e incierta.

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando todos los aspectos de nuestras vidas, y el periodismo no es una excepción. Los bots y las herramientas de IA ya se están utilizando para:

-Crear resúmenes, traducir idiomas e incluso generar imágenes y videos.

-Personalizar la experiencia del usuario, los sistemas de recomendación pueden seleccionar noticias y contenido personalizado para cada usuario, creando una especie de “burbuja de información” o “burbuja algorítmica” de lo cual ya abordé en otra columna; que limita la exposición a diferentes perspectivas.

-La IA puede ayudar a identificar y verificar información falsa, así como a rastrear el origen de las noticias falsas.

Por otro lado, la IA también presenta algunos desafíos para el periodismo:

-La automatización de tareas periodísticas podría llevar a la pérdida de empleos en el sector.

-Los algoritmos de IA pueden amplificar sesgos existentes en la información, lo que puede conducir a la desinformación y la polarización.

-Los algoritmos de IA son a menudo opacos y difíciles de entender, lo que dificulta la evaluación de su impacto en la información.

¿El periodismo es una profesión en peligro?

La profecía de la muerte del periodismo resuena, alimentada por la tecnología y la inteligencia artificial. Sin embargo, el periodismo actual no está muerto, sino en una profunda transformación, adaptándose al siglo XXI.

La era digital, con su torrente de información y democratización de la comunicación, ha desafiado los cimientos del periodismo. Los modelos de negocio tradicionales se tambalean, las audiencias se fragmentan y las plataformas digitales se erigen como nuevos actores.

Ante este panorama, el periodismo se enfrenta a una encrucijada: adaptarse o sucumbir.

Adaptarse a estos nuevos cambios significa, abrazar la tecnología como herramienta para potenciar la labor periodística. La IA, el Big Data y la realidad virtual ofrecen nuevas posibilidades para la investigación, la narración y la distribución de información.

Replantear el modelo de negocio, la publicidad tradicional ya no es el sostén principal del periodismo. Se necesitan nuevas vías de financiación, como el crowdfunding, las suscripciones o el apoyo de fundaciones, según el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, las suscripciones digitales a noticias superaron los 200 millones de suscripciones a nivel mundial en 2023.

En un mar de información, la diferenciación es clave, los periodistas del futuro serán expertos en nichos específicos, ofreciendo análisis profundo y conocimiento especializado.

La desinformación y las noticias falsas son una plaga. El periodismo debe reivindicar su compromiso con la verdad y la ética como estandartes irrenunciables y construir relaciones con la audiencia, es importante la interacción con la audiencia, la escucha activa y la construcción de comunidades son pilares fundamentales para el futuro del periodismo.

Por lo tanto, el periodismo no está muerto, está mutando. Adaptándose a la era digital, abrazando la innovación y manteniendo su compromiso con la verdad, el periodismo puede resurgir más fuerte que nunca, convertido en un faro de información confiable en un mundo cada vez más complejo e interconectado.

No se trata de un simple cambio, sino de una metamorfosis que redefine la esencia del periodismo sin perder de vista su propósito fundamental: informar, verazmente y con criterio, a una sociedad que demanda información precisa y análisis profundo.

En este proceso de metamorfosis, el periodismo tiene la oportunidad de resurgir como un ave fénix, más fuerte, más resiliente y más relevante que nunca.

En la “era del internet muerto” y la IA, el periodismo debe adaptarse para sobrevivir, entre algunos consejos propongo:

-Verificación y fact-checking, la lucha contra la desinformación será crucial. Los periodistas deben convertirse en expertos en verificación de datos y fact-checking.

-Transparencia, los algoritmos que controlan la información en internet deben ser más transparentes. Los usuarios deben tener acceso a información sobre cómo se selecciona y presenta el contenido que ven.

-Periodismo de calidad, profundo e independiente, que será la mejor arma contra la infoxicación.

-Colaboración con la IA, los periodistas deben aprender a utilizar las herramientas de IA de manera responsable para mejorar su trabajo y acelerar procesos. Además de llegar a nuevas audiencias.

-Ética y responsabilidad, la IA debe ser utilizada de manera ética y responsable para evitar sesgos y discriminación en la información.

En un mundo donde la información es poder, el periodismo es más importante que nunca. El futuro del periodismo dependerá de su capacidad para adaptarse a la nueva era de la información y la IA. A pesar de los desafíos que enfrenta, nada está escrito en piedra.

El periodismo tiene la capacidad de adaptarse y reinventarse, como lo ha hecho a lo largo de su historia. La clave para su supervivencia radica en la acción de los propios periodistas, en su capacidad para abrazar la innovación, mantener su compromiso con la verdad y la ética, y construir relaciones sólidas con la audiencia.