Institucionalidad y eficiencia adaptativa en los 200 años de Santa Cruz

Santa Cruz se acerca a los 200 años de su independencia, y con él viene el reto de consolidarse como la metrópoli que Bolivia necesita y que el mundo -cada cierto tiempo- observa con interés. La historia cruceña no es una simple narración de crecimiento, es una constante demostración de la capacidad para adaptarse y superar los límites impuestos por la demografía, la política nacional y las crisis. Así, la eficiencia adaptativa es una categoría económica que bien puede caracterizar a Santa Cruz a lo largo de su historia; Douglass North, Nobel de Economía 1993, define a la eficiencia adaptativa como la capacidad de una sociedad para modificar sus instituciones ante nuevas oportunidades y desafíos en aras de superar dichas inesperadas circunstancias.

Santa Cruz aprendió a adaptarse para resolver colaborativa y cooperativamente sus necesidades locales, se adaptó para que la agroindustria, exportadores y el sector productivo convirtieran a esta tierra en la despensa del país y, en los últimos años, Santa Cruz se adaptó en la pandemia al ser el único departamento de Bolivia que redujo la pobreza extrema durante esos trágicos años.

Si el crecimiento económico sostenible se da gracias a una fuerte institucionalidad (como lo reconfirman los Nobel de economía 2024) y la institucionalidad consolidada es la condición necesaria para contar con una notable eficiencia adaptativa, ¿por qué no fortalecer nuestra institucionalidad?; la historia en otras regiones y países señala que, para ello, se requiere que sus organizaciones políticas consoliden una gobernanza sólida; al respecto Castells señala que si el poder representa valores e intereses, la estabilidad institucional se basa en la capacidad de articular diferentes intereses y valores mediante redes de comunicación.

La historia ha probado que Santa Cruz no teme al cambio, lo supera. Con motivo de los 200 años de la independencia y de cara al 2061, la eficiencia adaptativa es la diferencia entre una región que crece desequilibradamente y una metrópoli referente para el futuro continental. Si la institucionalidad es el fundamento del modelo, la ética de futuro compartido es su método.

La decisión es nuestra.