La automatización y su uso no ético

La aparición de los chatbots y de asistentes basados en inteligencia artificial ha transformado la manera en que realizamos distintas tareas cotidianas y profesionales.

El software detrás de ChatGPT, por ejemplo, es capaz de redactar correos, elaborar resúmenes de texto, crear recetas de cocina o hasta diseñar rutinas de ejercicio . Dicha variedad de aplicaciones se extiende a múltiples áreas y ha generado un gran impacto en la forma de trabajar.

No obstante, como se ilustra en el caso del joven británico Gage, la automatización también puede utilizarse con fines cuestionables, incrementar quejas inexistentes y, con ello, aprovechar el sistema de cupones de comida gratis en McDonald’s.

Para entender por qué este enfoque es discutible, debemos examinar las implicaciones éticas de “engañar” a una empresa para obtener recompensas que no han sido merecidas de forma legítima.

En primera instancia, independientemente de la magnitud del daño que pueda generar a una gran corporación, el acto de falsificar reseñas y experiencias está fuera de los parámetros de honestidad.

Además, si bien este comportamiento puede parecer inofensivo, promueve el uso inadecuado de la tecnología y sienta precedentes de cómo podríamos aprovechar la automatización para fines poco transparentes.

Fuera de este ejemplo negativo, la automatización resulta muy útil para reducir la carga de trabajo en diferentes tareas y agilizar procesos en cualquier organización. Estas son algunas de sus ventajas:

Optimización de procesos rutinarios

Muchas actividades de oficina pueden llevar una gran inversión de tiempo. Utilizar chatbots o herramientas de IA para estas funciones permite al personal concentrarse en tareas de mayor valor, como la toma de decisiones estratégicas o el desarrollo de ideas creativas.

Generación de contenido de calidad

La IA puede realizar borradores de textos o propuestas iniciales para artículos, reportes o guiones, agilizando la producción de contenido. Esta función se vuelve especialmente relevante en el periodismo y la creación de materiales de marketing, en los que se requiere una respuesta inmediata o un alto volumen de textos en poco tiempo.

Personalización de la información

Herramientas de análisis de grandes datos (Big Data) e IA permiten transformar enormes cantidades de información en conclusiones prácticas de manera rápida. Con esto, se pueden perfeccionar productos, servicios y procesos sin necesidad de gastar recursos excesivos en manualidades repetitivas.

Aprendizaje continuo y análisis de retroalimentación

Las encuestas y reseñas en línea, como las que se mencionan en la estrategia del joven británico, se pueden automatizar para procesar mensajes de los usuarios y, con inteligencia artificial, detectar tendencias de satisfacción o problemas concretos, permitiendo respuestas rápidas y eficientes por parte de la empresa.

Debemos resaltar la importancia de la responsabilidad. Aunque la IA agiliza la obtención de datos y la toma de decisiones, la supervisión humana sigue siendo crucial para evaluar la validez y la adecuación de cada paso.

La automatización sin una guía ética clara puede derivar en irresponsabilidades, como lo demuestra el caso de crear reseñas falsas para canjear cupones de comida gratis.

Uso responsable de la IA en la vida laboral

Dada la creciente relevancia de la inteligencia artificial y su potencial para incidencias éticas, es fundamental que las organizaciones y las personas adopten medidas preventivas que fomenten el uso responsable. Algunas recomendaciones incluyen:

Transparencia en los procesos, especificar cuáles tareas están siendo completadas por herramientas de IA para evitar malentendidos y promover la confianza entre clientes y colaboradores.

Protección de datos, garantizar que la información utilizada por la IA sea manejada de forma segura y con conformidad a las regulaciones de privacidad vigentes.

Formación continua, capacitar a los trabajadores en las capacidades y limitaciones de las herramientas de IA, para evitar tanto su mal uso como el recelo infundado que podría surgir al sentir a la tecnología como una amenaza.

Cuando se emplean buenas prácticas, la automatización y la inteligencia artificial pueden ser un apoyo extraordinario para diseñar proyectos, gestionar bases de datos o redactar documentos complejos de manera más rápida y asequible que antes.

Gracias a ello, se liberan recursos y se promueve un entorno de trabajo más flexible donde todas las partes involucradas pueden concentrarse en innovar y aportar valor agregado.

“Si no actúas como piensas, vas a terminar pensando como actúas”. – Blaise Pascal

La cita de Blaise Pascal enfatiza la importancia de la coherencia entre nuestras acciones y nuestros pensamientos. Sugiere que nuestras acciones moldean nuestra forma de pensar con el tiempo. Si actuamos de manera contraria a nuestras creencias, eventualmente esas creencias se ajustarán para justificar nuestras acciones.

El futuro de la inteligencia artificial se vislumbra prometedor, pero también plantea retos en materia de ética y responsabilidad. Para aprovechar estos avances de forma positiva, las personas y las organizaciones deben asumir un compromiso en la implementación de marcos legales y normas de conducta acordes a la evolución tecnológica.

Así, lograremos que la inteligencia artificial no solo sea sinónimo de eficiencia, sino también de confiabilidad y respeto.