Productores y economistas plantean apostar por la producción en vez de la subvención
Emapa anunció que se importará este año 60.000 toneladas de trigo, pero lo que necesita el mercado boliviano para paliar el déficit este año son 600.000 toneladas, según el reporte
En medio de la escalada del precio de los insumos para el pan, el Gobierno defiende la subvención como la salida para mantener la unidad de pan de batalla en 50 centavos, pero el sector panificador dice que la harina subvencionada no llega a todos. Tal es el caso de Santa Cruz, donde denuncian que no reciben ni un quintal del gobierno.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la demanda de trigo para producir pan alcanza las 842.000 toneladas y la producción nacional, cuando el clima lo permite, apenas alcanza para producir un tercio de esa demanda. Este año, el país necesitará importar unas 600.000 toneladas de trigo para equilibrar la balanza entre la oferta y la demanda y la estatal Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) pretende que el pan se mantenga en 50 centavos importando 60.000 toneladas, es decir, el 10% de lo requerido.
Fernando Romero, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) considera que la única solución para tener pan a precio estable es producir el trigo en Bolivia. Dice que en el país hay una paradoja: mientras a los productores bolivianos se les prohíbe sembrar trigo y maíz con biotecnología, el Gobierno y los comerciantes terminan importando granos transgénicos desde Argentina.
“El maíz que se trae, que lo produce la Argentina o el Brasil viene con tecnología que por ley está prohibida producir acá”, sostuvo Romero al pedir al Gobierno apostar por la producción, al remarcar que el “subsidio genera distorsión en los mercados, generan estos mercados paralelos que no necesariamente entran dentro de la legalidad”.
Si el Gobierno decide comprar trigo de Argentina es probable que este también sea transgénico, así lo advierte Marín Condori, exdirector del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal Santa Cruz (Iniaf).
“Argentina está sembrando ya el trigo transgénico y el hecho de que ingrese una harina y que se levante el arancel para que haya la importación directa también significa que estamos trayendo trigos transgénicos”, manifestó Condori.
Pero no sólo el trigo falta, también los granos para el forraje de los animales. Jorge Méndez, presidente de la Asociación Departamental de Porcicultores de Santa Cruz (Adepor), expresa la desesperación que atraviesa el sector por la falta de insumos. Para el dirigente esta crisis se podría superar con voluntad política.
“Necesitamos granos. Este año vamos a ser deficitarios en maíz. Y en soya vamos a tener menos 600.000 toneladas de la producción”, manifestó el dirigente de los porcicultores, al urgir la biotecnología que “depende única y exclusivamente del Gobierno”. “Es cuestión de un decreto. No hay leyes que se opongan a ello” remarcó.
Mientras el Gobierno recorta recursos a los municipios y gobernaciones afectando obras y servicios para la población en general, el economista Ruddy Sanguino advierte que las subvenciones tienen un límite.
“Lo único que ocasiona con aumento de la subvención es aumentar el déficit fiscal. Ya no es sostenible. Eso es lo que ha generado un hueco por donde se puedan fugar los dólares de la economía boliviana”, enfatizó el economista.
Para Sanguino, la única salida es aumentar las exportaciones. “El problema principal es que el Estado gasta más de lo que le ingresa. Hay que generar las condiciones para aumentar la exportación, eso ingresa dólares”, subrayó.
En este sentido, el presidente de Anapo le pide al Gobierno apostar por la producción, ya que “genera estabilidad de los mercados, genera excedentes que van a alimentar a estas cadenas productivas tan estratégicas para el país que producen alimentos para los bolivianos”.