YPFB: Segunda planta de urea costará $us 2.500 millones y se instalará en Puerto Quijarro
Los gobiernos de Bolivia y Brasil apuntan a una inversión conjunta, tomando en cuenta que el complejo también beneficiará al país vecino, según el vicepresidente de YPFB
El vicepresidente nacional de Operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Luciano Montellano, señaló que Bolivia y Brasil visualizan inversiones conjuntas para la construcción de la segunda Planta de Amoniaco y Urea (PAU), que demandará un costo de $us 2.500 millones y que se instalará en el municipio fronterizo de Puerto Quijarro.
Los avances para concretar estas acciones los llevan adelante YPFB y la estatal brasileña Petrobras. Ambas empresas ya han tenido acercamientos en los últimos meses, siendo el antecedente más reciente la reunión instalada en días pasados en Santa Cruz.
Montellano informó este miércoles que hay interés de ambas partes en concretar una inversión compartida en la perspectiva de ejecutar la segunda factoría que tendrá una capacidad de 4.200 toneladas, es decir, el doble de producción del complejo petroquímico de Bulo Bulo.
“En el caso de la Planta de Urea se trata de una inversión muy grande, masiva, muy preliminarmente estamos hablando de un valor estimado de más o menos de $us 2.500 millones en el que, a través de una sociedad, seguramente se va a llegar a que ambas partes aporten parte del financiamiento”, apuntó la autoridad.
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El ejecutivo acotó que en la reunión binacional se ha expuesto a Petrobras las generalidades del proyecto: ubicación, alcance y capacidad de producción.
“Se les ha expresado la apertura que tiene YPFB en una asociación para una inversión conjunta, en virtud a eso Petrobras ha expresado su interés al respecto”, ratificó.
De acuerdo con información oficial, Brasil uno de los mayores consumidores de la urea boliviana, a quienes se comercializa el 80% de la producción que sale de la Planta de Amoniaco y Urea ubicada en Bulo Bulo, Cochabamba.
En Brasil, el 90% del consumo de urea es importado y sus proveedores se encuentran al otro lado del planeta, como es el caso de Rusia, aspecto que les pone en una situación un poco crítica por la importancia que tiene el fertilizante en el sector agropecuario del vecino país.
“Entonces estamos hablando de ingresos anuales que van de $us 500 a 600 millones solamente para una segunda planta si es que esta se concreta y habría que sumar lo que son los ingresos que generamos por la exportación a Brasil y con la planta actual que ronda alrededor de los $us 200 y 380 millones anuales”, dijo el ejecutivo de YPFB.
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