El Carnaval en Bolivia, la fiesta que mueve millones de bolivianos en la economía
Solo en el Carnaval de Oruro se proyecta un movimiento económico superior a los Bs 380 millones, reportó el viceministro de Turismo. Santa Cruz también refleja su dinámica de Carnaval
Además de ser un derroche de cultura y alegría, las fiestas carnavaleras dejan un importante movimiento económico en las respectivas regiones en donde se celebran estas fecha, siendo las actividades más representativas las que se llevan adelante en Oruro y Santa Cruz; sin embargo, el Carnaval Chapaco, o esta celebración en el de La Paz y en Cochabamba también tienen un fuerte impacto.
En el Carnaval de Oruro se pretende generar un movimiento económico superior a los Bs 380 millones, según el viceministro de Turismo, Hiver Flores quien recordó que en la pasada gestión, esta fiesta solo alcanzó los Bs 280 millones, como consecuencia de los bloqueos en carreteras.
Flores informó que para los carnavales llegan miles de turistas a Bolivia, por lo que “el turismo interno se fortalece” y hace que “la economía se diversifique”, donde el movimiento alcanza al transporte, a la hotelería, al comercio, al sector textil y otros.
Asimismo, desde el Instituto Cruceño de Estadística (ICE), el ejecutivo Juan Pablo Suárez calculó la pasada gestión que la fiesta en Santa Cruz genera un efecto multiplicador y el movimiento económico está por encima de los $us 100 millones.
“Estamos hablando de una cifra bastante grande, con gran porcentaje en el producto interno bruto del departamento”, señaló el ejecutivo, resaltando que el movimiento no solo se da solo durante los tres días de fiesta y la actividad de las comparsas.
En la ciudad de La Paz, el movimiento económico que proyecta el municipio está entre los 60 y 70 millones de bolivianos, así lo hizo conocer Américo Gemio, secretario de Culturas, según un medio estatal.
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Mientras que en Tarija el Carnaval Chapaco del 2024 movió cerca de 53 millones de bolivianos, una cifra que se proyecta puede ser superada en esta gestión.
El movimiento económico del carnaval se refleja también en el consumo de familias, grupos de amigos e incluso de iglesias, que desarrollan diferentes actividades.<br />
