Moody’s rebaja calificación crediticia de Bolivia a “Caa3” y advierte riesgo de impago de deuda e importaciones

La agencia señala que hay riesgo de que el país no cumpla “sus obligaciones de deuda externa” ni cuente con divisas para el pago de sus importaciones

Publicación: 27/04/2024 08:06
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Moody’s rebajó la calificación de Bolivia a ‘Caa3’ desde ‘Caa1’, informó el viernes esta agencia calificadora de riesgo a través de un comunicado

“Los acontecimientos recientes han aumentado el riesgo de un ajuste desordenado de la balanza de pagos y de que Bolivia no tenga suficientes divisas fuertes para garantizar el pago completo y oportuno de sus obligaciones de deuda externa y de sus importaciones”, señala Moody’s, citado por la agencia Reuters.

La agencia también cambió su perspectiva sobre Bolivia de “negativa” a “estable”.

Moody’s proyecta que se mantendrán niveles muy bajos de reservas de divisas, niveles de producción cada vez más reducidos en el sector de hidrocarburos y un riesgo político interno elevado, lo que está afectando la gobernabilidad.

En febrero pasado, la agencia de calificación Fitch rebajó la calificaciones crediticias soberanas de Bolivia a “CCC”, mientras que en noviembre del año pasado S&P recortó sus calificaciones del país a “CCC+”.

A mediados de abril, dos organismos internacionales rebajaron las proyecciones de crecimiento de Bolivia para este año.

El Banco Mundial situó la perspectiva en 1.4%, mientras que el Fondo Monetario Internacional proyecta que el crecimiento será del 1.6%, muy por debajo del 3.71%, señalado en el Presupuesto General del Estado.

En ambos casos, el Gobierno nacional ha rechazado las perspectivas de los dos organismos, asegurando que ya en el pasado sus cálculos fueron equivocados.

Bloomberg, firma especializada en información financiera, emitió hace unos días un reciente análisis en el que advierte que la economía boliviana, que a comienzos de este siglo fue una de las que más creció en Latinoamérica, se está paralizando.

“Este país de 12 millones de habitantes se enfrenta a una tormenta financiera largamente gestada, originada por el final del boom del gas natural y por la incapacidad del país para capitalizar sus cuantiosas reservas de litio”,