Viceministro niega que se aplique control de divisas, pero habla de “mecanismos” para que todos los dólares pasen por el BCB
La propuesta emergió en la reunión del denominado gabinete social liderado por la Central Obrera Boliviana (COB) del que participó el presidente Luis Arce un día antes de la reunión con los empresarios.
En la antesala del diálogo entre el Gobierno y los empresarios programado para este viernes, el viceministro de Gestión y Coordinación Gubernamental, Gustavo Torrico, afirmó la propuesta de controlar las divisas de los exportadores, tal como planteó el “gabinete social” liderado por la COB, puede constituirse en un “suicidio colectivo”.
“Eso no está en los planes gubernamentales bajo ningún punto de vista”, afirmó.
Sin embargo, matizó: “Lo que sí, hay que llegar a mecanismos, que nos han fallado la anterior vez, en esto de los acuerdos con los empresarios, de que todas las divisas de exportación pasen por nuestro Banco Central (BCB) y hagamos el trabajo que siempre hemos venido haciendo, sin especular”, señaló.
“El gabinete social no impone, propone. El gabinete social ha hecho una propuesta y esa no es aceptada por el Gobierno. El control de las divisas es un suicidio colectivo, no se lo puede hacer”, afirmó la autoridad del Órgano Ejecutivo.
La propuesta emergió en la reunión del denominado gabinete social del que participó el presidente Luis Arce un día antes de la reunión con los empresarios.
Las instituciones de los privados a escala nacional alzaron la voz para rechazar de forma contundente este planteamiento.
La Cainco señaló que los resultados del primer encuentro del miércoles, que tuvo lugar en la Casa Grande del Pueblo de La Paz, “no son los esperados”. Este viernes, anunciaron que no asistirán a la cita en La Paz.
Torrico explicó que con este tipo de control derivaría en “una profundización de la falta de las mismas” y “nadie en este país podría hacer ningún negocio que no sea en moneda boliviana, ni yuanes, ni yenes ni nada de lo que quieran, ni rublos ni nada”.
En su criterio, si se aplica esa medida sería como “ponernos la soga al cuello y nos colgamos solitos”, afirmó el viceministro.
