El insólito caso de un hombre que perdió sus brazos, pierna y nariz por besar a su perro
El hombre comenzó a sentir fiebre y malestar general. Confundió todo con un cuadro gripal; sin embargo, cambió su vida para siempre
Un hecho casi casi increíble marcó la vida de Greg Manteufel, quien cuando tenía 48 años sufrió graves consecuencias de salud después de un contacto directo con su mascota. En este caso, el afecto se transformó en tragedia, ya que un beso de su perro desencadenó una infección causada por la bacteria Capnocytophaga canimorsus.
Esta bacteria forma parte de la flora normal en la boca de los perros, pero en circunstancias inusuales, puede penetrar el organismo humano y generar complicaciones severas.
Al inicio, el hombre confundió los síntomas con un fuerte cuadro gripal, pues presentó fiebre y malestar general. Sin embargo, en cuestión de horas, su piel empezó a adquirir tonalidades rojizas y azuladas, indicio de un proceso infeccioso avanzado.
Los médicos diagnosticaron sepsis, la cual se complicó rápidamente al desarrollarse coagulación intravascular diseminada, un trastorno que afecta el flujo sanguíneo y favorece la formación de pequeños coágulos en los vasos.
El deterioro en la circulación provocó gangrena en diversas zonas del cuerpo, lo que obligó a los especialistas a intervenir de manera drástica para salvar su vida.
Como resultado, se vio forzado a someterse a múltiples cirugías de emergencia que incluyeron la amputación de ambos brazos, una pierna y la reconstrucción de partes de su nariz utilizando cartílago de otras áreas.
La doctora Silvia Munoz-Price, reconocida especialista en enfermedades infecciosas, afirmó que este tipo de complicaciones son extremadamente raras en personas que, como él, habían gozado de buena salud hasta ese momento.
A pesar de la magnitud de la tragedia, el paciente mantiene un profundo amor por los animales. Según su relato, jamás dejará de querer a su perro, enfatizando que el incidente fue una confluencia de factores excepcionales y no un riesgo generalizado para quienes conviven con mascotas.
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Los médicos y expertos en salud pública recalcan que, en condiciones normales y con las debidas precauciones, el contacto con la saliva de los animales no representa un peligro significativo para la mayoría de las personas.
La experiencia de este hombre nos invita a extremar medidas de cuidado, especialmente en lo que concierne a la higiene personal y la atención de heridas abiertas.
Se recomienda evitar el lamido de mascotas en zonas con lesiones, lavar bien las manos después del contacto con animales y acudir de inmediato al médico ante la menor sospecha de infección. Estas recomendaciones son fundamentales para prevenir complicaciones derivadas de bacterias que, aunque raras, pueden ser letales.
