Mató a sus padres y escondió sus cuerpos durante cuatro años mientras se gastaba su dinero
Tras planificar el asesinato de su padres, una mujer de 36 años buscó excusas durante cuatro años para no dar información de sus padres ni si quiera a familiares cercanos
Un macabro crimen fue cometido por una mujer identificada como Virginia McCullough, quien planificó el asesinato de sus dos padres y convivió con sus cuerpos mientras se gastaba en apuestas todo el dinero que habían ahorrado a lo largo de su vida.
Todo comenzó en junio del 2019 en el Reino Unido, cuando John McCullough, recibió de su hija Virginia un vaso que supuestamente contenía una bebida alcohólica, sin embargo, estaba repleto de sus medicamentos que habían sido triturados y mezclados sigilosamente.
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El veneno hizo su trabajo. John nunca despertó.
Al día siguiente, Virginia atacó a su madre, Lois, de 71 años. Primero vinieron los golpes del martillo. Luego, las puñaladas en el pecho con un cuchillo de cocina que su hija había comprado especialmente para ese momento. La madre no tuvo oportunidad de defenderse.
Lo que vino después fue quizás tan perturbador como los asesinatos mismos. Virginia no huyó. No llamó a nadie. Simplemente se quedó en su casa.
Construyó un “mausoleo casero” para su padre: bloques de albañilería apilados en el estudio, cubiertos con mantas y cuadros. El cuerpo de su madre fue envuelto en una bolsa de dormir y escondido en un ropero.
Durante cuatro años completos, Virginia McCullough vivió su vida con normalidad aparente.
“Están enfermos”, “Están de vacaciones”, “No quieren salir”, respondía Virginia cuando familiares le preguntaban por su padres.
Cuando llegó la pandemia de Covid-19, la excusa perfecta cayó del cielo: sus padres “eran vulnerables, no podían recibir visitas”.
Mientras tanto, Virginia cobraba sus pensiones y vaciaba sus cuentas bancarias. Se estima que gastó cerca 200.000 dólares en apuestas en línea. Claro, la vida continuaba... para ella.
MÉDICO LANZÓ LA ALERTA
Tras cuatro años de ausencia, el médico de la familia recién se dio cuenta que la pareja de ancianos no había asistido a citas médicas en años y tampoco recogían sus medicamentos, fue entonces que informó a la Policía.
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Cuando los oficiales tocaron la puerta, Virginia supo que todo había terminado. “Al menos atraparon al malo”, les dijo con una calma escalofriante mientras confesaba todo su crimen.
La policía de Essex, describió a Virginia como una “manipuladora inteligente” que mintió sobre “casi todos los aspectos de su vida”.
En el tribunal de Chelmsford, el juez determinó que todo había sido premeditado. Virginia McCullough fue condenada a cadena perpetua. Deberá cumplir un mínimo de 36 años antes de poder solicitar libertad condicional.
