Trabajó dos días y la despidieron, planeó una venganza que terminó en un juicio

La mujer perjudicó a un negocio donde la dueña no dudó en demandarla

Publicación: 09/07/2024 08:45
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[Foto: El Diario NY] / Imagen referencial de una trabajadora

Una mujer que pasó por un proceso de selección solo duró dos días en el lugar. Abruptamente le informaron que debía recoger sus pertenencias porque ya no formaría parte de la empresa. La noticia no le gustó y planeó una venganza que terminó con un juicio.

Se trata de Lauren Arafat, una mujer de 30 años que fue entrevistada para el puesto de recepcionista en 2019 para el Spa “The Potting Shed Spa” en la calidad de Batley en Reino Unido, según un artículo de Examiner Live.

Tras quedar seleccionada, Sam Pearce, dueña del lugar, le enseñó sus funciones entre ello a utilizar un programa de la computadora para agendar los turnos de los clientes. No obstante, la mujer aparentemente no cumplió con las expectativas del lugar además que desde el spa se molestaron por algunas conductas fuera de lugar por parte de la recepcionista que había empezado a trabajar el 30 de mayo.

Lauren Arafat
Lauren Arafat

La dueña, declaró que en el segundo día, Arafat se comportó de una forma inusual y generó una serie de problemas, así que tras una reunión decidió que lo mejor para resolver la situación era retirarla.

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Tras darle la noticia, la recepcionista recogió sus cosas y se fue. Sin embargo, al no estar conforme con la decisión, optó por vengarse del lugar. Desde su teléfono celular ingresó al sistema de la empresa haciéndose pasar por otro trabajador y con su nombre cambiado, eliminó 211 turnos programados de clientes para atender.

Producto de esta conducta, la propietaria tuvo que cerrar su negocio durante dos días y volver a reprogramar todo y averiguar si se habían borrado otras citas. Aseguró que a partir de ahí su negocio dejó de prosperar hasta que no tuvo otra opción que cerrarlo de forma definitiva.

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Aunque intentaron resarcir el daño, Pearce sostuvo que se trazó una tormenta perfecta que llevó a su negocio a la bancarrota y en última instancia destruyó su reputación, planes a futuro y otras cosas.

La corte del tribunal de Leeds Crown determinó que la extrabajadora cometió una venganza sofisticada que duró 30 minutos. La mujer se declaró culpable y el 11 de mayo fue condenada a 250 horas de trabajo comunitario sin remuneración y 15 días de actividades de rehabilitación.