León XIV advierte al mundo ante el 2026 de “estrategias armadas con discursos hipócritas”
El papa León XIV realizó la última misa del año 2025, advirtiendo al mundo sobre “de proclamas ideológicas y de falsos motivos religiosos”
El papa León XIV ha concluido este miércoles el año en el que fue elegido advirtiendo, de cara al nuevo que empieza, de los planes para “conquistar” el mundo a base de “estrategias armadas y revestidas de discursos hipócritas”.
”Hermanas y hermanos, en este tiempo nuestro sentimos la necesidad de un designio sabio, benévolo y misericordioso, que sea un proyecto libre y liberador, pacífico y fiel”, declaró en su homilía durante el rito de las Primeras Vísperas en la basílica de San Pedro.
Por contra, el papa advirtió de que “otros designios, tanto hoy como en el pasado, envuelven al mundo”.
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”Son más bien estrategias que apuntan a conquistar mercados, territorios y zonas de influencia. Estrategias armadas, revestidas de discursos hipócritas, de proclamas ideológicas y de falsos motivos religiosos”, alertó ante miles de fieles.
León XIV, elegido pontífice el pasado mayo tras el fallecimiento de Francisco, ha presidido en el templo vaticano por primera vez el último acto del 2025, en la que tradicionalmente se entona el himno del ‘Te Deum’ en señal de agradecimiento por el año transcurrido.
La lectura durante el rito de la Carta de San Pablo a los Gálatas, en la que anuncia la plenitud del tiempo con el nacimiento del Hijo de Dios, inspiró al pontífice para atisbar un “designio grande y misterioso”, divino, que sustenta toda la historia humana.
”Dios ama esperar con el corazón de los pequeños, implicándolos en su designio de salvación. Cuanto más bello es el designio, tanto mayor es la esperanza. El mundo avanza así, impulsado por la esperanza de tantas personas sencillas, desconocidas pero no para Dios, que a pesar de todo creen en un mañana mejor”, sostuvo.
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En este sentido aludió al Jubileo, el Año Santo abierto por su antecesor Francisco y que él mismo clausurará este 6 de enero tras haber atraído a Roma a decenas de millones de peregrinos de todo el planeta en busca de indulgencia en el umbral de la Puerta Santa.
Este evento, dijo, “es la señal de un mundo nuevo, reconciliado y renovado según el diseño de Dios”, y agradeció a todos aquellos que se han involucrado en su organización, unas palabras escuchadas por el alcalde romano, Roberto Gualtieri, sentado en primera fila.
El papa, obispo de Roma, también expresó su deseo de que la Ciudad Eterna “esté a la altura” de sus ciudadanos más vulnerables, los niños, ancianos solos y frágiles, las familias en apuros o de los hombres y mujeres “llegados de lejos buscando una vida digna”.
Los ritos propios del periodo navideño proseguirán ya en Año Nuevo, mañana jueves, con la misa en la basílica vaticana por la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, que cada año coincide con la Jornada Mundial por la Paz.