¿Qué decía el testamento de Pablo Escobar y qué pasó con todo su dinero? Su hermana revela todo en una entrevista
En una extensa entrevista, la hermana de Pablo Escobar señala que había caletas con dinero y que el narcotraficante colombiano sabía que “los mafiosos mueren jóvenes”.


Por primera vez, Alba Marina Escobar, hermana del narcotraficante más famoso de Colombia, brindó una entrevista a un medio de su país en la que brinda detalles hasta ahora desconocidos sobre el testamento y el destino de Pablo Escobar.
El documento, que aún conserva Alba Marina, establecía que la mayor parte de los bienes iban a ser heredados por Victoria (conocida como “la Tata”), esposa del capo.
A su hijo Juan Pablo le correspondía una parte específica de la herencia, mientras que las joyas y obras de arte estaban destinadas a su hija Manuela, quien ni siquiera había nacido cuando se redactó el testamento, señaló Alba María Escobar a Semana.com.
La decisión de escribir el testamento surgió después de que Pablo sufriera un fuerte dolor de cabeza.
“Pablo, yo no quiero plata de muerto, deme todo lo que me vaya a dar en vida”, le dijo su hermana entre risas. A lo que él respondió: “Usted sabe que los mafiosos mueren jóvenes”.
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El documento también contemplaba que los hermanos, su madre y su padre recibirían la cuarta parte de libre disposición.
Alba María señala que contrario a lo que muchos pensarían, Pablo Escobar no manejaba grandes cantidades de efectivo. “Si miran la historia, cuando murió encontraron unos billetes, pero él no manejaba gruesas sumas de dinero. La plata la tenían los guardaespaldas”, reveló su hermana.
De hecho, fue después de un incidente en Aguas Frías, sector de Medellín, cuando Pablo se vio obligado a empezar a guardar algo de dinero, pues no tenía ni para pagar un taxi.
Alba Marina confesó que, tras la muerte de Pablo, recorrió varias caletas (lugares secretos de almacenamiento) que conocía. En una de ellas encontró 1.5 millones de dólares, dinero que envió a Victoria, la viuda de Escobar.
“Las caletas eran diferentes: algunas tenían dinero, otras dinamita y otras armas”, explicó. En estos lugares también encontró objetos personales como libretas y cartas de Manuela y sus trabajadores.
La mayoría de las propiedades quedaron en manos de testaferros. Incluso la famosa Hacienda Nápoles estaba dividida: una parte a nombre de Pablo y otra a nombre de Gustavo Gaviria.
Alba Marina menciona que ella misma renunció a propiedades: “Yo tenía el penthouse de soltero de él, me lo había regalado y se lo entregué a Victoria. No soy ambiciosa”.
La relación entre Alba Marina y sus sobrinos, los hijos de Pablo, es inexistente en la actualidad. “No los considero mis sobrinos por lo mal que han hablado de Pablo, pese a lo bueno que él fue con ellos”, afirma. Especialmente crítica se muestra con Manuela, quien ha dicho que no recuerda a su padre.
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“Cómo no se va a acordar si tenía 9 años cuando falleció su padre, ella era la luz de los ojos de él”, dijo la hermana de Pablo Escobar.
Actualmente, según indica Alba Marina, Victoria, la viuda de Escobar, vive cómodamente aunque “dice que está aguantando hambre. Yo no sabía que el hambre engordaba”, comentó con ironía.
La hermana del capo asegura que la verdadera riqueza de Pablo no estaba en sus posesiones materiales: “Esa cantidad impresionante de dinero, porque sí era mucha, Pablo la invirtió en la gente. Ni siquiera lo gastó en él, pero sí en los demás: construyó un barrio. Y se enfrentó a una guerra con la DEA, la CIA, Estados Unidos y los caleños. ¿Cuánto vale una guerra?”
Para Alba Marina, el verdadero legado de su hermano no fue material: “Haberme enseñado a leer, a nadar, a montar en bicicleta, haberme valorado. Eso es más valioso que cualquier cantidad de millones de dólares”, concluye.