“Que la historia juzgue mis aciertos y errores”: Alberto Fujimori, venerado y odiado en Perú

Barrios Altos y La Cantuta, las dos matanzas que hundieron al expresidente peruano, contrastan con su lucha contra Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y la liberación de la residencia del embajador japonés.

Publicación: 12/09/2024 07:18
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[HANDOUT / AFP] / Alberto Fujimori en uno de los túneles construidos para recuperar la residencia del embajador japonés tomada por Sendero Luminoso.

El expresidente Alberto Fujimori, fallecido este miércoles a los 86 años, gobernó Perú con mano de hierro entre 1990 y 2000, derrotó a la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso y estuvo preso 16 años por crímenes de lesa humanidad.

Descendiente de japoneses, ingeniero agrónomo de profesión y con una exitosa trayectoria como docente universitario, se convirtió en 1990 en el primer hijo de inmigrantes en conquistar la presidencia de Perú, al vencer en las urnas al archifavorito escritor Mario Vargas Llosa.

Considerado racional y metódico, aplicó mano dura para desmantelar las guerrillas y fue a la cárcel por violar derechos humanos.

Fujimori falleció este miércoles en su vivienda en Lima donde se recuperaba de un tratamiento contra un cáncer de lengua, según informó su familia.

MIRA AQUÍ: Muere el expresidente peruano Alberto Fujimori a los 86 años

Además de cáncer lingual, el expresidente padecía diversos problemas de salud, como fibrilación auricular y dolencia pulmonar e hipertensión.

Había sido excarcelado en diciembre pasado, cuando el Tribunal Constitucional de Perú restituyó el indulto que le habían otorgado en 2017 por razones humanitarias.

Fujimori en una clínica de Lima acompañado de su hijo Kenji (I) y su hija Keiko.
Fujimori en una clínica de Lima acompañado de su hijo Kenji (I) y su hija Keiko.

Fujimori cumplía desde 2009 una condena por “crímenes contra la humanidad” en el penal Barbadillo, una pequeña cárcel para expresidentes al este de Lima, por la muerte de 25 personas en dos matanzas perpetradas en 1991-1992 por un escuadrón del ejército.

Que “la historia” me “juzgue”

El expresidente Pedro Pablo Kuczynki (2016-2018) le concedió el indulto a finales de 2017. Pero poco tardó en perder la libertad. A principios de 2019 volvió a la cárcel, después de que un juez anulara la medida de gracia.

“Que la historia juzgue mis aciertos y mis errores”, escribió el expresidente al cumplir 80 años, el 28 de julio de 2018, en un manuscrito enviado a la AFP, donde expresó su convicción de haber sentado las bases de un país que llegará a ser “líder en América Latina”.

Fujimori el 23 de abril de 1996, en la embajada de Japón, frente a los cuerpos de miembros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru.
Fujimori el 23 de abril de 1996, en la embajada de Japón, frente a los cuerpos de miembros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru.

“En los contados años que me quedan me dedicaré a tres objetivos: unir a mi familia, mejorar en lo que pueda mi salud y hacer un balance equilibrado y sereno de mi vida. Esos son mis tres principales metas al cumplir mi octava década de existencia”, señaló entonces.

“No tenía marco legal”

Conocido como “El Chino”, Fujimori fue muy popular. Pero en noviembre de 2000, en medio de una creciente oposición tras 10 años de gobierno, huyó a Japón, la tierra de sus ancestros, y renunció por fax a la presidencia para evitar ser destituido.

Había detentado un poder casi absoluto tras dar un “autogolpe” el 5 de abril de 1992, cuando disolvió el Congreso e intervino el Poder Judicial, apoyado en las fuerzas armadas y en una estrategia de su asesor de inteligencia, Vladimiro Montesinos, eminencia gris del régimen.

Montesinos y Fujimori
Montesinos y Fujimori

MIRA AQUÍ: El Gobierno peruano decreta tres días de duelo nacional por la muerte de Fujimori

Con cuatro condenas judiciales por crímenes contra la humanidad y corrupción -la mayor de ellas a 25 años de cárcel- y con su salud debilitada, pasó los últimos años visitando hospitales.

Fujimori era un “héroe” para muchos peruanos y “villano” para otros.

“El gobierno de Fujimori fue el punto más bajo en toda la historia de Perú por la conducta del acusado y por hacer tabla rasa de cualquier tipo de reglas e institucionalidad y normatividad”, opinó el sociólogo Eduardo Toche cuando fue condenado.

Para él no existía ningún marco legal, el marco legal era el de su voluntad y la de sus amigos, nada más”, dijo a la AFP.

Fujimori cultivó un estilo autoritario con su perfil de hombre frío, desconfiado y poco comunicativo. Gobernaba con un criterio de cofradía secreta, rodeado de un pequeño círculo de colaboradores.

Esa forma de gobernar sin contrapeso de otros poderes del Estado, con control sobre los medios de comunicación -principalmente de las grandes cadenas de televisión cuyos directivos fueron sobornados- abrió las puertas a la corrupción.

Su esposa, Susana Higuchi, se divorció de él en 1994 y lo acusó de haberla torturado y de dañar su salud mental. Higuchi falleció en diciembre de 2021.

Barrios Altos y La Cantuta: las dos matanzas que hundieron a Fujimori

Las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, en que 25 personas fueron ejecutadas a sangre fría, sirvieron de base para la sentencia a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad en 2009 contra Fujimori.

La histórica sentencia contra el expresidente peruano lo halló culpable de homicidio calificado con alevosía, lesiones graves y secuestro agravado, e incluyó dos casos de secuestro de opositores a su régimen.

La primera de estas matanzas cometidas por un escuadrón del ejército, el paramilitar Grupo Colina, se perpetró en la noche del 3 de noviembre de 1991 en un antiguo vecindario del centro de Lima denominado Barrios Altos.

La familia de Fujimori
La familia de Fujimori

Ocho individuos armados con metralletas, con los rostros cubiertos con pasamontañas, irrumpieron en un solar donde los vecinos realizaban una fiesta, obligándolos a arrojarse al suelo. Luego, les dispararon ráfagas, utilizando silenciadores y, finalmente, uno de los atacantes remató con tiros de gracia a los moribundos.

Quince personas murieron, entre ellos un niño de 8 años que huía en busca de su padre, según relataron supervivientes a la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que investigó los años de violencia política en Perú.

Meses después, en la madrugada del 18 de julio de 1992, en la Universidad La Cantuta, nueve estudiantes y un profesor fueron secuestrados y llevados por el Grupo Colina a una zona abandonada al este de Lima, donde fueron ejecutados con disparos en la nuca.

El expresidente peruano Alberto Fujimori saluda a los periodistas en su casa de Santiago, el 19 de mayo de 2006.
El expresidente peruano Alberto Fujimori saluda a los periodistas en su casa de Santiago, el 19 de mayo de 2006.

Los cadáveres fueron enterrados clandestinamente en tres fosas, y luego desenterrados y llevados a otro lugar, donde finalmente fueron encontrados tras investigaciones de la prensa.

Luego se demostró que en ninguno de los casos las víctimas tuvieron vinculación con la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, como suponían los servicios secretos.

La Justicia condenó a Fujimori por los casos del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer, detenidos en la noche del 5 de abril de 1992 (cuando Fujimori disolvió el Congreso) y llevados al cuartel general del Ejército donde se encontraba el Servicio de Inteligencia del Estado. Tanto Gorriti como Dyer fueron liberados días después.

Liberó rehenes de embajada nipona

Fujimori aplicó un modelo económico neoliberal que le valió el apoyo de empresarios, clases dirigentes y organismos financieros internacionales. Ello le permitió superar la crisis a la que había caído Perú en el primer mandato del socialdemócrata Alan García (1985-1990).

También derrotó a la guerrilla maoísta Sendero Luminoso y al guevarista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), pero organismos de derechos humanos denunciaron matanzas de civiles inocentes.

Uno de los episodios que le dio más rédito político fue la liberación de rehenes en la residencia del embajador de Japón por el MRTA, en abril de 1997.

Fujimori en las fuerza de élite que intervinieron en la embajada de Japón.
Fujimori en las fuerza de élite que intervinieron en la embajada de Japón.

Luego de 122 días de toma guerrillera, 71 de los 72 rehenes fueron liberados (uno murió). Los 14 rebeldes fueron abatidos en un operativo militar que recibió elogios de muchos gobiernos y cuestionamientos de grupos de derechos humanos, que denunciaron que los secuestradores fueron ejecutados después de rendirse.

Tras refugiarse en Japón, llegó sorpresivamente en 2005 a Chile, que lo extraditó en 2007 a Perú, donde fue juzgado y condenado.