Venezuela y EEUU reanudarán diálogo a un mes de las presidenciales, anuncia Maduro
Washington, que ha presionado desde hace años por la salida de Maduro del poder, no se ha pronunciado hasta el momento sobre el anuncio.
Venezuela y Estados Unidos reanudarán las negociaciones a menos de un mes de las elecciones presidenciales venezolanas y tras el restablecimiento de las sanciones al sector petrolero el pasado abril, anunció este lunes el presidente Nicolás Maduro que exigió un diálogo “público”.
“El próximo miércoles se reinician las conversaciones de Estados Unidos para que cumplan los acuerdos firmados en Catar y para restablecer los términos del diálogo con respeto sin manipulaciones y además que sean diálogos públicos, sin especulaciones”, dijo durante su programa de televisión.
Caracas y Washington sostuvieron negociaciones secretas entre funcionarios de alto rango a finales del año pasado en Catar, según anunció en su momento el jefe del diálogo del gobierno venezolano, Jorge Rodríguez.
Los detalles de las conversaciones no trascendieron, pero culminaron con un canje de presos: Estados Unidos liberó a Alex Saab, señalado de ser testaferro de Maduro, y Venezuela a 28 reos, 10 estadounidenses y 18 venezolanos.
Según el mandatario, las conversaciones se reanudarán tras una propuesta de Estados Unidos que decidió aceptar luego de “pensarlo durante dos meses”.
“Vamos a debatir y a buscar nuevos acuerdos para que todo se cumpla, lo firmado en Catar, quiero diálogo, quiero entendimiento, quiero futuro para nuestras relaciones, quiero cambios, eso sí, bajo la soberanía absoluta y la independencia”, sentenció.
Maduro, que el 28 de julio buscará un tercer mandato que lo proyecte a 18 años en el poder, aseguró que en las conversaciones su gobierno estará representado nuevamente por Rodríguez, que también es su jefe de campaña, y por el gobernador del estado Miranda (centro), Héctor Rodríguez.
Washington, que ha presionado desde hace años por la salida de Maduro del poder, no se ha pronunciado hasta el momento sobre el anuncio.
Las negociaciones entre Estados Unidos y Venezuela del año pasado ocurrieron en paralelo a un diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana en Barbados para definir las condiciones de las elecciones presidenciales.
En el acuerdo, en el que medió Noruega y en el que Washington fue clave, la oposición y el gobierno fijaron la fecha de la elección, y acordaron la observación internacional, incluida la invitación a la Unión Europea (UE).
Como recompensa, Estados Unidos flexibilizó el embargo petrolero, pero en abril reimpuso las sanciones, tras considerar que el gobierno venezolano había incumplido el acuerdo al inhabilitar a la principal líder de oposición, María Corina Machado.
Washington condicionó el levantamiento de las medidas punitivas a la habilitación de todos los opositores, pero Venezuela consideró la acción como una forma de “tutelaje”.
La oposición finalmente tuvo que nombrar a un nuevo candidato, el desconocido embajador Edmundo González Urrutia, que cuenta con el apoyo de la líder opositora.
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La Casa Blanca además ha criticado las detenciones de opositores ocurridas en los últimos seis meses, que ya son 46 según la ONG Acceso a la Justicia, y ha criticado el retiro de la invitación a la UE a observar las presidenciales.
“Esta acción va en contra de los compromisos adquiridos en Barbados en octubre de 2023 para apoyar la integridad del proceso electoral”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, a finales de mayo.
La autoridad electoral, en tanto, exigió el levantamiento de las sanciones, una petición común del gobierno tanto para la UE como a Estados Unidos.
“Ellos allá saben quién va a ganar (...) yo soy un hombre de diálogo, y yo quiero que a través del diálogo se respete a Venezuela, hacer respetar nuestro país (...) yo quiero superar este conflicto de suma cero, de confrontación brutal y estéril”, insistió Maduro.