La reciente pérdida de la cuenta de Instagram de Anabel Angus, icónica presentadora y figura pública boliviana, ha encendido las alarmas sobre la excesiva dependencia que muchas personas y profesionales tienen hacia las redes sociales (RRSS).
Anabel, quien contaba con más de un millón de seguidores, vio cómo su perfil fue bloqueado sin una explicación clara, dejando en evidencia los riesgos de centralizar toda una estrategia de comunicación y trabajo en una sola plataforma digital.
Anabel Angus perdió su cuenta de Instagram en noviembre de 2024, la presentadora expresó su frustración y tristeza por esta situación, no solo por la pérdida de contenido y seguidores, sino también por el surgimiento de cuentas falsas que intentan suplantar su identidad, alertó a sus fans a tener mucho cuidado con las estafas digitales.
La situación de Anabel no es un caso aislado. Miles de creadores de contenido, influencers y empresas han experimentado pérdidas similares debido a baneos y eliminaciones en sus cuentas de RRSS. Al depender exclusivamente de estas plataformas, arriesgan todo su trabajo y conexión con su audiencia. Según un estudio de Digital 2024, el 67% de los profesionales del marketing digital dependían de una sola red social para sus estrategias principales, lo que evidencia una preocupante concentración de recursos en un solo canal.
Para algunos, puede parecer exagerado ver a personas “llorando por banalidades” al perder sus cuentas en RRSS. Sin embargo, es importante entender que, en la era digital, estas plataformas son más que espacios de entretenimiento; son herramientas de trabajo, medio de ingresos y canales esenciales de comunicación. La pérdida de una cuenta puede significar el colapso de un negocio, la desconexión con una comunidad o la desaparición de años de esfuerzo y dedicación.
La dependencia excesiva hacia una única plataforma es, sin duda, una estrategia arriesgada. Las RRSS tienen sus propias políticas y algoritmos que pueden cambiar sin previo aviso, afectando la visibilidad y el alcance de los contenidos. Además, están sujetas a vulnerabilidades de seguridad que pueden poner en riesgo la información y las cuentas de los usuarios.
Diversificar en otras redes sociales o canales digitales es fundamental. Esto no solo amplía el alcance y la audiencia potencial, sino que también sirve como respaldo en caso de que una plataforma falle. Contar con un sitio web propio, un blog, un canal de YouTube, podcasts o incluso desarrollar una aplicación personal, brinda mayor control sobre el contenido y reduce la dependencia de terceros.
Las generaciones más jóvenes, nativas digitales, están especialmente expuestas a esta dependencia. Muchos jóvenes buscan fama y reconocimiento rápido a través de las RRSS sin considerar una estrategia a largo plazo o diversificada.
Según datos de Global Web Index, el 74% de los usuarios entre 16 y 24 años utilizan principalmente una sola plataforma para consumir contenido.
Esta concentración limita las oportunidades y aumenta el riesgo de perder la audiencia construida. Es crucial que las nuevas generaciones entiendan la importancia de planificar, segmentar su público objetivo y utilizar múltiples canales para difundir su contenido y mensaje.
Estas plataformas, al seguir sus propios intereses comerciales y políticos, pueden filtrar o censurar contenido sin transparencia ni justificación aparente. Usuarios en todo el mundo han denunciado cómo ciertos temas son restringidos o cómo sus cuentas son bloqueadas sin motivo claro.
La ausencia de regulación y mecanismos de defensa para los usuarios deja a los creadores de contenido en una posición vulnerable. Las RRSS poseen el control absoluto sobre lo que se publica y lo que se oculta, lo que puede afectar la diversidad de voces y opiniones en el espacio digital.
La dependencia hacia las redes sociales es un fenómeno que debe ser analizado y abordado con seriedad. Si bien son herramientas poderosas para conectar, comunicar y crear negocios, depositar toda la confianza y esfuerzos en ellas es arriesgado.
La experiencia de Anabel Angus es un llamado de atención para diversificar, desarrollar estrategias sólidas y buscar alternativas que otorguen mayor control y seguridad.
Es momento de que creadores, empresas y usuarios en general tomen conciencia de los peligros de esta dependencia y actúen en consecuencia.