Este 2025, se celebró el 40 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Bolivia y China. Este hecho histórico en la vida de ambos países, se efectuó el 9 de julio de 1985, reconociendo que el gobierno de la República Popular de China es el único gobierno legal en China. Con el principio de lealtad diplomática, nuestro país, reconoce desde la génesis, que Taiwán es una parte inalienable del territorio de China continental. Bolivia y China han establecido una relación de amistad y cooperación de 40 años, hasta la actualidad y donde se destaca la firma de; convenios, acuerdos, protocolos, intercambios comerciales y demás instrumentos de integración bilateral.

Las relaciones de Bolivia y China, que coincidieron este año con el Bicentenario, registran 40 años de vigencia ininterrumpida, caracterizándose, esta relación, por la cooperación, amistad e integración entre ambas naciones. En 2013, ambos países dieron un impulso extraordinario a la agenda bilateral, con la puesta en marcha del primer satélite de comunicaciones, Túpac Katari , desarrollado y lanzado por China para Bolivia, la transferencia de tecnología, cooperación y asistencia en Defensa, el préstamo para infraestructura vial e industria, la apertura del mercado interno chino para productos bolivianos, por medio de la suscripción de protocolos de requisitos fitosanitarios para la exportación de: carne de res, soya, quinua, café, sorgo , sésamo , chía , entre otros alimentos y bebidas. En la construcción de la robusta agenda bilateral se puso en juego la confianza política mutua, apoyándose en los asuntos e intereses fundamentales y principales de la relación, consolidando una base política de la cooperación bilateral en diversos campos. También ambos países trabajaron la complementariedad económica y fortalecimiento de la cooperación en las áreas de infraestructura, minería y agricultura, así como la cooperación en las nuevas energías para industrializar de forma soberana los recursos naturales. No menos importante ha sido la ventaja del aprendizaje mutuo entre las diversas civilizaciones, asimilando los valores de las respectivas historias y culturas, con los intercambios culturales, becas y viajes de estudio, que proporcionan la auto-confianza y la energía con desarrollo económico y social en cada país.

Bolivia y China coinciden y comparten principios fundamentales en el relacionamiento bilateral; respeto mutuo a la soberanía estatal e integridad territorial, no agresión, no intervención en los asuntos internos de otros países, igualdad, beneficio recíproco y coexistencia pacífica. A partir de esta sintonía, es que Bolivia y China han establecido una relación de amistad y cooperación de 40 años, hasta la actualidad y donde se destaca la iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, ratificada por la Ley 1170 en nuestro país, como estrategia de integración internacional en el ámbito de tecnología, la conectividad y motorización del comercio.

Está claro que, en la actualidad, asistimos a un mundo de configuración multipolar. China es un referente fundamental en la política exterior de cualquier país y se diría que también uno de los principales factores de cambio, sino el principal, en el sistema internacional. En los últimos años, China, ha incrementado su presencia e influjo por doquier, afianzándose como un Estado clave, que respeta la soberanía de los países en el mundo. En este contexto la incorporación de Bolivia como estado asociado al bloque estadocentrico de BRICS plus, (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica más 22 Estados) se constituye en un acierto y en la consecución de intereses de nuestra Política Exterior como país. La Agenda Bilateral de Bolivia y China es robusta y diversa. Conserva los temas de cooperación históricos, en infraestructura, cooperación aeroespacial, trasferencia de tecnología, defensa, seguridad pública, y comercio entre otros. Las visitas, y reuniones de alto nivel de Presidentes, Cancilleres, Ministros y demás autoridades, permitieron, avanzar, trabajar, actualizar y priorizar la Agenda de ambos países en las cuatro últimas décadas.

En Bolivia celebramos Elecciones Nacionales recientemente, y con profunda vocación democrática, el pueblo boliviano eligió para el periodo 2025-2030 al Presidente del Estado, Rodrigo Paz Pereira y el Vicepresidente del Estado, Edman Lara Montaño. Ambos mandatarios han ratificado el compromiso de continuar trabajando entre Bolivia y China, con el objetivo de reforzar las relaciones diplomáticas y comerciales, en una nueva etapa de entendimiento, con espíritu de amistad, cooperación y desarrollo compartido entre ambos países. Este crucial y decisivo acontecimiento democrático en Bolivia, tuvo una rápida respuesta en la felicitación del Presidente Xi Jinping. Una importante y oportuna señal diplomática, que ratifica el deseo e interés de China de continuar el trabajo con Bolivia. Lo cierto es que, China ocupa el principal destino de las exportaciones bolivianas, y nuestro principal socio comercial especialmente en productos como minerales y carne bovina. Crecimos el 350% en nuestras exportaciones en los últimos 4 años, y recientemente hemos firmado como país, nuevos Protocolos de habilitación fitosanitaria para Exportación, de Subproductos de carne (menudencias), chía y sorgo, entre otros, que permitirán seguir diversificando y aumentando el volumen de nuestras exportaciones y comercio con este gigante mercado de China. Por ello es imperativo, que la nueva administración de Gobierno, en la nueva orientación de la Política Exterior de Bolivia, que conduce y estrena el Presidente Paz Pereira, conserve la relación y nuestros intereses en el presente y en proyección con China. Porque en las últimas dos décadas, China se ha transformado en una potencia global como resultado de la revolución económica, que le ha permitido convertirse en el “motor” del crecimiento global, contribuyendo no solo al bienestar del pueblo chino, sino también a la prosperidad mundial. Los logros en ciencia, tecnología, innovación y diplomacia han convertido a China en un pilar fundamental del sistema internacional. El proceso de ascenso de China y su dinamismo económico imparable, no son solo reducibles a su adhesión al capitalismo como resultado de la globalización. El lugar que hoy ocupa China está relacionado, con la obtención de importantes niveles de autonomía, fortaleza político-estratégica, bienestar básico en materia de salud y educación, producto de la revolución de 1949; y las reformas iniciadas en 1978 y subsiguientes décadas, para finalmente convertirse en la gran industria del mundo. China es en la actualidad la primera economía mundial en términos de Paridad de Poder Adquisitivo y la segunda por su volumen de Producto Bruto Interno nominal, la primera potencia exportadora y segunda importadora a escala global. Es uno de los principales países inversores internacionales y receptor de Inversión Extranjera Directa. La moneda de China, el Yuan RMB, es también una divisa que se encuentra en pleno ascenso, e integra los Derechos Especiales de Giro del FMI. Evidentemente, el papel de China es cada vez más asertivo, más presente en el escenario internacional, y se debe no sólo a su desarrollo y tamaño económico, aunque por supuesto es muy importante, sino también a la presencia que ha tenido a nivel diplomático. China se ha esforzado mucho por generar una imagen de una potencia responsable, de una potencia que no es transgresora del orden internacional y que busca y promueve resolver las tensiones, conflictos y guerras, como una clara alternativa al modelo estadounidense y europeo. Por ello la relación bilateral de Bolivia y China debe escalar a la construcción de una “Asociación Estratégica a Toda Prueba y Todo Tiempo”, para no depender de las circunstancias externas. El Presidente Paz Pereira, y el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, de vasta experiencia en el área, Fernando Aramayo Carrasco, tienen la inmensa oportunidad de liderizar, la continuidad de la relación con China 40 años después “versión 2.0”, es decir haciendo efectiva la cooperación en financiamiento de grandes proyectos como el corredor ferroviario bioceánico, el Hub de Viru Viru, Proyectos Hidroeléctricos como Rositas y Misicuni 3era Fase, o Puerto Busch en la Hidrovia Parana – Paraguay. Así como incorporar nuevos temas de cooperación y transferencia de tecnología en la Agenda Bilateral, incluyendo proyectos tecnológicos y científicos de alto impacto como la transformación digital de la salud, inteligencia artificial y biotecnología, incluido un TLC (Tratado de Libre Comercio), que permitiría incrementar por tres veces las exportaciones bolivianas. Bolivia y China, 40 años después, tienen la inmensa oportunidad y posibilidad de trabajar un presente y futuro juntos.

*Embajador de Bolivia en La República Popular China