Cursos para hacer tortas y tejidos en macramé para los sectores populares y millones de dólares para el esparcimiento de la zona mas rica de la ciudad, el canal Isuto, ubicado en pleno “triangulo de oro” de las inmobiliarias , pero ¿qué lógica perversa es esta de invertir y ocuparse solo de los sectores mejor servidos y abandonar para siempre en medio de lodazales, mosquitos y basura a los miles de hectáreas con cientos de miles de población humilde?
Es la misma lógica con la cual el edificio municipal no fue construido en un distrito popular del sur o sureste de la ciudad, donde vive la mayor parte de los cruceños, sino en el Parque de la Autonomía, adyacente al “triángulo de oro”. ¿Delirios monárquicos?
¿Por qué en los barrios populares no se ha construido un solo boulevard o paseo para los vecinos, con iluminación, pisos, asientos y arborización, mientras se plantean faraónicos paseos con grandes obras de ingeniería sobre los canales en las zonas mas ricas?
Se confirma así que las gestiones municipales en lugar de ser los que palian la segregación socio espacial, mas bien la promueven y la estimulan, en consonancia con el capital inmobiliario que busca siempre la valorización y la plusvalía. Es como si los políticos que tienen a cargo la gestión pública se consideraran socios del capital inmobiliario y no servidores de los ciudadanos que pagan sus salarios y para quienes deberían trabajar. Parecen estar al servicio de la clase dirigente y no al servicio de las cruceños de a pie.
Distinto es el caso del parque lineal que acompaña el 4º anillo, siempre en el sector oeste, porque allí, en esa franja el gobierno municipal pensaba construir ¡el 6º anillo, pegado al 4º! Las organizaciones sociales se rebelaron y en un masivo acto rechazaron esa idea, exigiendo se mantenga como un parque lineal, como una forma de garantizar de que no vuelvan de aquí a un tiempo con la misma absurda idea de pavimentar esa faja. El parque se consolida con fondos del Banco Mundial.
Lo que le corresponde al gobierno municipal es mas bien retomar la consolidación de la estructura participativa y comunitaria pensada para la ciudad, en la que las Subalcaldías no debían ser solo un centro burocrático, sino el centro cultural, participativo y social del distrito, con amplios espacios para las actividades de la sociedad civil.
A nivel vecinal, no se han construido los centros comunitarios para las actividades que los vecinos organizados, sobre todo los jóvenes y las mujeres podían desarrollar. Los vecinos han sido abandonados, dejados a su suerte.
Pero ¿quien y como se definen las prioridades? La herramienta privilegiada para definir prioridades es la Planificación, pero ya sabemos que los políticos son enemigos a muerte de la planificación porque piensan que nada debe interferir con sus caprichos y sus intereses personales y de grupo.
Volviendo al jolgorio del canal Isuto: ¿de verdad no creen que hay cosas mas importantes, como el transporte público, la basura, las inundaciones, y los proyectos para dar dignidad y una vida mas dignas a nuestros barrios pobres, que les siguen dando sus votos, siempre creyendo que de verdad ellos serán los primeros en la atención y los servicios, solo para desilusionarse una vez mas y convencerse de que ellos en realidad no cuentan y que se las deben arreglar solos. El gobierno municipal no es de ellos, aunque cada cinco años se lo prometan.