Bolivia puede vivir del turismo y Tarija está convencida que es posible. La capacidad para lograr acuerdos que tiene su gente, esta vez con el “Movimiento Tarija Dialoga”, ha tomado la iniciativa sumando institucionalidad privada con el Gobierno Municipal, y con una construcción simbólica y material, está sorprendiendo al país después del lanzamiento de la Marca País con “Bolivia, una gran nación”.
Hoy, martes 16 de diciembre se producirá en Tarija una actividad que se ha organizado en 10 días, teniendo, sin embargo, más de 30 años de preparación: el lanzamiento de la temporada alta del turismo boliviano.
La actividad es el resultado de una reflexión que sembraron Carlos Toranzo Roca, Joan Prats y Bernardo Toro con la vocación plasmada en debates por el futuro llevados adelante los últimos años por “Tarija Dialoga”, y que se suman a las propuestas del Movimiento 15 de Abril en la década del 90, los Aromas y Sabores de FAUTAPO, y la presencia de AVINA, NATIVA y PROMETA, entre otras instituciones. Patricia Barroso, desde la OGD dijo hace 10 años de manera augural: “Tarija tiene potencial turístico, a nivel nacional e internacional ya hemos logrado un reconocimiento como la ciudad del vino, pero nosotros también debemos creernos ese concepto. Pero primero hay que sentarse públicos y privados, pensar qué tenemos, con qué empezamos y cómo lo hacemos. Son planes sencillos, no complicados, que no necesitan mucha inversión, existe una planta turística, existe conectividad terrestre que puede fluir más. Entonces lo hagamos, hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para que tengamos íconos de calidad.”
La dinámica que se ha generado, suma actores privados, sociales, al novísimo Ministerio de Cultura, y continua con la propuesta de Alianzas Público/privadas desarrollada por Rubén Ardaya Salinas y Oscar Farfán. Y asumiendo que esta lista de personas e instituciones que forman parte de esta riqueza colectiva, es un resumen injusto, sin embargo, demuestra la razón de su fortaleza.
La propuesta tarijeña, es válida para que todos los departamentos puedan repetir también que “Bolivia puede vivir del turismo”. La nota periodística que anuncia la actividad de hoy día, publicada por el matutino El País dice: “Bajo el concepto de “Tarija, tierra de encuentros, sabores y aromas”, la capital chapaca será el epicentro del lanzamiento de la temporada alta de turismo en Bolivia, con la participación de la ministra de Turismo, Culturas, Folklore y Gastronomía, Cinthia Yáñez. Fruto de la articulación y el trabajo colaborativo de empresarios, organizaciones de turismo, instituciones de desarrollo y entidades públicas, con el impulso del Movimiento Tarija Dialoga y personalidades como Carlos Hugo Molina y la Red “Bolivia, una Gran Nación, se ha organizado un evento especial en el Molino San Juan para este 16 de diciembre.”
Se resume sencilla y pedagógicamente el Turismo como la combinación de tres componentes: un lugar dónde dormir, otro dónde comer y que haya alguien que cuente una historia. Tarija viene trabajando en los tres y los ofrece con productos en el momento oportuno. Recordemos el posicionamiento que está logrando por la crisis económica nacional como destino de bodas y eventos y la posibilidad de recibir un importante flujo de visitantes por la diferencia cambiaria que favorece a los argentinos. La “tropicalización” de la oferta y la fidelización de los turistas argentinos, terminará de consolidarse cuando Tarija asuma la calidad de ser la puerta del Sur, enlace Potosí y los Cintis chuquisaqueños, e incorpore al mercado paraguayo en su doble componente, turístico y productivo. El pico más alto del Paraguay es el Cerro Tres Kandú con una altitud de 842 metros sobre el nivel del mar, teniendo un territorio de bajura que lo puede convertir, además de usuario de la oferta turística tarijeña, en otra natural “de productos de altura” con vinos, frutas y verduras que ahora se proveen de Argentina y Chile. La carretera asfaltada, por Villamontes o Yacuiba, abre la integración real de personas, productos y cultura.
Celebremos con Tarija esta propuesta que nos llevará a insistir en la necesidad de construir otros “territorios libres de bloqueos”, como Misiones de Chiquitos; los necesitamos en toda la geografía nacional para que el desarrollo del turismo, se logre en favor de la gente.