La Asamblea Legislativa está estancada: El promedio de leyes sancionadas cayó desde 2022

La pugna del MAS ha provocado que el trabajo legislativo se empantane. Un analista considera que el Gobierno busca “inutilizar” a la Asamblea al haber perdido su mayoría

Publicación: 25/02/2024 11:09
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[Foto: APG] / Se registraron peleas y cruces de palabras en la Asamblea

Desde 2022, cuando la pugna entre las dos alas del Movimiento Al Socialismo (MAS) empezó a hacerse cada vez más irreconciliable, el promedio de leyes que son sancionadas por la Asamblea Legislativa y luego promulgadas por el Órgano Ejecutivo ha empezado a caer. Las cifras actuales evidencian que uno de los Órganos del Estado está casi paralizado.

Según señalan los datos públicos de la Gaceta Oficial del Estado, entre enero y diciembre de 2022 se promulgaron 78 leyes, con un promedio mensual de 6,5 leyes por mes; en 2023 se promulgaron 53 leyes, con un promedio mensual de 4,4 leyes; en 2024, hasta el 25 de febrero, se aprobaron 3 leyes: dos en enero, una en febrero. Muy por debajo del promedio de los dos años anteriores.

El último de los conflictos en la Asamblea Legislativa Plurinacional tiene que ver con las dos agendas que manejan el ala arcista y el evista respecto a la situación de los magistrados, y que tuvo su origen en la sentencia constitucional de finales de 2022 que inhabilitaría una nueva candidatura de Evo Morales. Los legisladores que responden al expresidente han iniciado una lucha para que se aprueben dos leyes que “manden a su casa” a los “autoprorrogados”.

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La crisis económica se ha puesto también de por medio, ya que, en contraposición a los proyectos contra la autoprórroga, están los créditos internacionales gestionados por el Estado que requieren de aprobación legislativa para que se produzca el desembolso. El Gobierno acusa al ‘evismo’ y a la oposición de anteponer sus intereses a la aprobación de prestamos para proyectos de distinta índole.

La oposición que apoya al ala ‘evista’ en su pedido de poner fin al mandato de las autoridades judiciales, en otras ocasiones apoya al ala ‘arcista’ (como sucedió para la ley del Censo). Su voto se ha convertido casi decisivo para inclinar la balanza a favor de uno de los dos lados “azules”.

A nivel de autoridades legislativas, las dos alas del MAS mandan cada una en una Cámara. Mientras el ‘evismo’ preside el Senado a través de Andrónico Rodríguez; en Diputados, lo hace el ‘arcismo’ a través de Israel Huaytari. Cargos a los que ninguno de los dos hubiera llegado sin votos opositores.

La importancia de presidir las Directivas es la llave para viabilizar proyectos de ley, tratamientos de normas, agenda legislativa, etcétera. Antes de Carnaval, Huaytari, y esta semana su primera vicepresidenta, convertida en presidenta en ejercicio, Verónica Challco, se negaron a poner en consideración el orden del día, que puede cambiarse por votación. Challco finalmente impuso el tratamiento de las leyes referidas a los créditos, pero apenas se pudo tratar uno de los siete proyectos, declarado como aprobado en medio de denuncias de irregularidades.

La norma pasará al Senado, donde es posible que sea rechazada, devuelta o simplemente se ponga el documento en la congeladora. Un choque de autoridades que tiene paralizado el tratamiento legislativo.

Para el analista Andrés Gómez, el presidente Luis Arce, al haber perdido gobernabilidad en la Asamblea, está buscando como “inutilizarla”.

“Hay algo que se olvidan, que la ALP representa a la mayoría de los bolivianos. Entonces, la Asamblea debería ejercer su trabajo sin intimidación. Yo creo que en el fondo el presidente (Luis Arce) no quiere que exista la Asamblea. Quieren inutilizar a la Asamblea”, dijo Gómez en entrevista con UNITEL.

“Estas peleas no benefician a nadie porque la sociedad se desencanta, no distingue al sistema de los actores políticos. Puede que la gente mire por un rato esas peleas, esos show, pero en la cabeza de la gente está la crisis”, añade Gómez.

El presidente Luis Arce considera que lo que pasa en la Asamblea es un “boicot” contra su Gobierno. Horas después de las escenas violentas en el hemiciclo y la declaración de la aprobación de uno de los siete créditos que están pendientes en el Legislativo, señaló a los que considera se unieron para perjudicarlo: el ala evista, a la que ya no duda en nombrar así, y los dos partidos de oposición con representación parlamentaria: Comunidad Ciudadana y Creemos.

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“Ellos, el ala ‘evista’ lamentablemente, Creemos, nuestros verdugos del 2019, y Carlos Mesa, que inicia todo el proceso del golpe de Estado del 2019, son los que no quieren obras para el pueblo boliviano, que boicotean en la Asamblea las obras para el pueblo”, afirmó en un acto en Inquisivi, en el departamento de La Paz.

El conflicto legislativo tiene que resolverse, advierten expertos, ya que este año se debe llegar a varios acuerdos al interior de este Órgano. Oscar Ortiz, expresidente del Senado, en su última columna para Unitel.bo, recuerda que no solo se debe aprobar las candidaturas para las elecciones judiciales por dos tercios de voto, los legisladores también serán responsables de tratar las leyes que nacerán como efecto del Censo Nacional de Población y Vivienda que se realizará en marzo, y cuyos resultados el INE se comprometió a publicar en agosto.

“En los próximos meses, la Asamblea Legislativa Plurinacional deberá lograr dos tercios para seleccionar los candidatos a las elecciones judiciales y aprobar la ley que garantice la ejecución de los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda, con carácter previo a las próximas elecciones presidenciales, tanto en su impacto sobre la reasignación de los recursos públicos, como sobre la redistribución de la representación parlamentaria por departamento.”, escribe Ortiz.

Una tarea difícil en un contexto complicado, ya que tal como lo advirtió Andrés Gómez, y también el mismo Ortiz, lo que está buscando la población, de sus representantes en el parlamento, no son peleas políticas, sino respuestas a las dificultades económicas.

“El problema de fondo es que el país necesita resolver problemas estructurales”, concluye el expresidente del Senado.