Gobierno niega injerencia de la DEA en proceso contra Dávila
Asimismo, Ríos recomendó a algunos políticos que cuestionaron el procedimiento a “no tener miedo si no están involucrados”
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, negó este viernes que haya injerencia de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en el proceso contra el exjefe antinarcóticos de Evo Morales, Maximiliano Dávila, luego de su extradición a los Estados Unidos, el jueves.
“No existe ninguna injerencia en nuestra política de lucha contra el narcotráfico. Hemos anunciado que aquellas personas que han cometido delito en otros países que sean requeridos van a hacer enviados, sin que ello represente una injerencia en las políticas de nuestro país”, aseguró la autoridad.
Asimismo, Ríos recomendó a algunos políticos que cuestionaron el procedimiento a no tener miedo si no están involucrados. “Las personas que nada tienen nada deberían temer, sin embargo se los ve algo preocupados, se los ve que sale airosos emitiendo declaraciones y comentarios que no corresponden”.
“Sin embargo, por nosotros por nuestra parte como autoridad hemos actuado cumpliendo las resoluciones emitidas por autoridad superior, en ese caso repetimos no hay mejor almohada que una conciencia tranquila. Si no han hecho nada no tienen por qué tener miedo de lo que vaya a pasar en este proceso contra Maximiliano Dávila”, agregó.
Dávila es acusado en el país del norte “de conspirar para importar cocaína a los EEUU, lo que conlleva una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua; y conspirar para usar y portar ametralladoras durante, y poseer ametralladoras para promover, la conspiración de importación de cocaína, lo que conlleva una pena máxima de cadena perpetua”, detalla una nota de prensa difundida este viernes por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La nota además afirma que cuando Dávila llegó a ser jefe de la Felcn, usó su posición para “promover actividades de tráfico de cocaína a gran escala, incluso al tratar de desviar recursos de la investigación de los traficantes apoyados por Dávila-Pérez y al proporcionar oficiales de la Felcn fuertemente armados bajo su mando como seguridad para los envíos de cocaína”.
Agrega que el entonces jefe antidroga “trabajó en asociación con proveedores de cocaína a gran escala que operaban laboratorios de cocaína en Bolivia y acordaron enviar más de mil kilos de cocaína boliviana a Nueva York”.