Informe Especial: Los horrores nocturnos en la colonia menonita El Dorado
El temor a nuevos ataques ha obligado a una de las familias a construir un refugio. Telepaís llegó hasta el lugar para conocer el testimonio de las víctimas
En la tranquila noche del campo, los habitantes de la colonia menonita El Dorado, ubicada a 110 km al sur de Santa Cruz, viven con miedo. Un grupo de hombres ha sembrado el pánico al ingresar a las viviendas y, utilizando un spray para sedar a sus víctimas, han cometido violaciones. La colonia, dividida en 15 campos numerados del 38 al 53, fue fundada hace 20 años por menonitas provenientes de diferentes partes del mundo. En este enclave, donde se habla principalmente alemán bajo, aunque algunos también dominan el español debido a la interacción con trabajadores bolivianos, las leyes se rigen por su estricta religión, que impone numerosas prohibiciones, incluyendo el uso de tecnología, electricidad, televisión y teléfonos celulares, manteniéndolos como si estuvieran atrapados en el siglo XIX.
El horror se hizo visible en El Dorado el 24 de septiembre de 2023, cuando tres miembros de la colonia fueron sorprendidos dentro de una casa en el campo 53. Tras ser capturados, confesaron no solo haber robado en varias viviendas, sino también haber violado a mujeres, sin importar si eran niñas o madres de familia. Tres mujeres rompieron el silencio y denunciaron ante las autoridades del municipio de Cabezas haber sido víctimas de violación. Una de ellas relató que cinco hombres ingresaron por la ventana y abusaron de ella mientras su esposo dormía, cambiando su vida para siempre.
El ataque nocturno se repitió en otra casa de la colonia, esta vez la víctima fue la profesora de los 18 niños que asisten a la escuela. La familia de una de las afectadas, en su intento por superar y olvidar lo sucedido, ha construido un refugio por miedo a más ataques. Con la voz entrecortada, el esposo de una de las víctimas clama justicia y pide apoyo y protección del Estado. “Los violadores andan sueltos y nadie nos ayuda”, denuncia.
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Una de las víctimas, cuya identidad se mantiene en reserva, cuenta que su vida se ha convertido en una pesadilla porque viven con el temor de que todo se repita.
“Por miedo pedí que mi esposo construyera una casa de seguridad. Estoy triste”, confiesa.
En abril de 2024, una carta anónima dirigida a la Defensoría del Municipio de Cabezas alertó a la Fiscalía sobre los hechos, iniciándose una investigación que llevó a la aprehensión de dos menonitas, quienes fueron enviados a prisión preventiva en Palmasola por 180 días. Estas denuncias de violación guardan una escalofriante similitud con lo ocurrido en la colonia Manitoba en 2009, donde más de 130 mujeres fueron violadas por un grupo de menonitas. Entre los detenidos por aquel caso está Peter Dee, hermano de Jacob Dee, quien ahora también está en Palmasola por las nuevas violaciones en El Dorado. Ambos hermanos comparten celda en la cárcel.
El abogado de las víctimas, Alfonso Mejía, denuncia la lentitud de la investigación, aunque el Ministerio Público tiene un plazo de 60 días para recolectar pruebas y llevar a juicio a los dos detenidos. Además, hay tres prófugos identificados por las víctimas como violadores.
“Hay dos personas detenidas y cinco por detener y la actuación de hacer la búsqueda de los responsables”, denuncia el abogado.
Todas las noches, presa del terror, una familia ingresa al refugio construido a lado de su casa para tratar de conciliar el sueño y olvidar al menos por unas horas la tragedia que están viviendo.
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