Boliviano de Oro: El padre Eduardo Pérez, símbolo del periodismo y la democracia
El sacerdote jesuita falleció esta semana en La Paz. Formó a decenas de periodistas e impulsó varios proyectos sociales
El padre Eduardo Pérez Iribarne es reconocido por su labor religiosa y compromiso con los más necesitados. También se destacó por sus actividades como periodista y la defensa de la democracia en tiempos de dictadura. Enamorado del país, un Boliviano de Oro.
Los recuerdos están entre quienes en algún momento de la vida coincidieron con él. El sacerdote jesuita, Eduardo Pérez Iribarne, autor del “Hombre Invisible” y “La Hora del País”, forjó su camino como periodista.
“Conectaba con distintas regiones del país para hacer presentes precisamente sus temáticas, sus problemáticas, sus demandas, sus vivencias. “La Hora del País” por ejemplo fue un gran aporte a la comunicación radiofónica”, dice Sergio Montes, portavoz de la Compañía Jesús en Bolivia.
En 1970 llegó a radio Fides, con vocación afilada y entrevistas polémicas, tenía claras sus opiniones, sus comentarios generaban reacciones y fue perseguido por la dictadura de Luis García Mesa.
“Recordar a Eduardo Pérez Iribarne es mirarlo siempre en el puesto del deber y a él también le tocó vivir las dictaduras. Tuvo suerte de no recibir el balazo”, señala el cantautor Luis Rico.
Una larga trayectoria que marcó generaciones y que deja una huella no sólo en los miembros de la iglesia y el periodismo. En el recuerdo queda esa imagen de un padre activo y deportista, dio vida a las competiciones de ciclismo “Doble Copacabana” y la “Vuelta a Bolivia”.
“Yo creo que la vida tiene muchos problemas y yo me he preocupado siempre de fabricar soluciones. Si no pueden abrir puertas, pobres de ustedes porque no van a vivir precisamente felices”, decía Eduardo Pérez, según un video grabado hace algunos meses.
Nada le llenaba más que ver la sonrisa de los niños durante la celebración de navidad. Fue embajador de los “Carros de Fuego”, voluntarios que recolectaban juguetes para luego regalarlos.
“Al final de nuestros años hemos logrado repartir más de 69 mil juguetes gracias a una persona, que ha sido el Padre Pérez. La iniciativa que él ha tenido, la voluntad, la honestidad, la empatía que ha tenido con estos niños que tal vez muchos de ellos no tenían un regalo para navidad”, señala Nataly Zamora, miembro del grupo de voluntarios.
Quienes lo conocieron lo despiden destacando su amor por los más necesitados, que se reflejó en su trabajo de toda una vida, el tiempo lo llevaría a impulsar la construcción de la Clínica Fides en la ciudad de El Alto.
“Junto con su labor periodística comunicacional, él impulsó el trabajo de servicio desde la salud en Clínica Fides, una clínica solidaria”, asevera Sergio Montes.
Persiguió su sueño de democratizar la información, compartir su solidaridad, con su sello el padre Eduardo Pérez, logró un espacio importante entre quienes por la televisión y radio disfrutaron sus aventuras.
“Ese abrazo, esa bendición que nos daba, yo la recibía a través de la radio. Era lo más lindo, lo más hermoso”, dice María Condori, feligresa
“Ha sido un hombre tan grande, tan bueno con todos nosotros, hemos sido hijos de él”, señala Rosa Boso, que era su radioescucha.
Aplausos para decirle adiós y acompañarlo en su último recorrido por la ciudad de La Paz. Eduardo Pérez Iribarne, rodeado de cariño, emprendió un viaje emotivo a sus 80 años, bajo la mirada de quienes fueron a despedirlo.
“La vida es un desafío y uno tiene que saber que emprender ese desafío es repetir “confieso que he vivido”. Muchas gracias por compartir, que Dios los bendiga”, dijo el “cura” Pérez, en uno de sus últimos mensajes.
