Carmen Rodríguez, la emprendedora de buen corazón que abrió paso a las salteñas en Santa Cruz
Las salteñas se han convertido en uno de los delicias de la gastronomía boliviana más consumidas en Santa Cruz.
Emprendedora, visionaria y de buen corazón, así es Carmen Rodríguez, la mujer que impulsó las salteñas en Santa Cruz, un producto de la gastronomía boliviana que deleita el paladar de los cruceños.
En 1985, Carmen Rodríguez abrió las puertas de su emprendimiento. Comenzó a vender sus salteñas y la buena aceptación que hubo le permitió crecer, llegando a diferentes sectores de la ciudad, atendiendo cumpleaños, juntes y diferentes eventos sociales.
“Una amiga me dijo ¿por qué no haces salteña? Empecé con dos pollos. Iba a Los Pozos a hacer mis compras”, cuenta la señora Carmen a tiempo de agradecer a Dios por la oportunidad de crecer.
Sus amistades y sus trabajadoras la califican como una buena mujer, excelente persona y maravilloso ser humano.
“Ella nos trató como familia, siempre nos dice mis muchachos”. “Es una excelente jefa. Es una excelente amiga”, así la calificaron dos de sus trabajadoras.
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Pero más allá del negocio, la gastronomía, la señora Carmen se proyectó como voluntaria en diferentes instituciones para ayudar a los más necesitados, personas con enfermedades que requieren de una mano amiga.
“Ella formó parte de instituciones de ayuda, se hizo una mujer solicitada por la ayuda”, dijo Ana María Molina.
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Mientras que Dora Luz de Dávila, de Davosan, afirmó que Carmencita, como le dicen sus amistades, no tenía límites para ayudar, y con el paso del tiempo, con mejores posibilidades económicas, siguió con el apoyo para los más necesitados “sin medirse”.
Ella es una Cruceña de Oro.
