Herland Vaca Díez, el cruceño pionero de los trasplantes que se dedicó a mejorar la calidad de vida de la gente
Este ‘Cruceño de Oro’ fue un médico pionero y solidario con los pacientes renales de Santa Cruz, así como también abrió las puertas del Comité pro Santa Cruz a los sectores populares
El doctor Herland Vaca Díez fue un pionero de los trasplantes de órganos en Bolivia, un médico dedicado a sus pacientes, un líder cívico inclusivo y comprometido con Santa Cruz, facetas que conllevaron a despedirlo con los máximos honores tras su fallecimiento confirmado el pasado 21 de febrero.
En medio del duelo departamental declarado tras la partida de este ‘Cruceño de Oro’ y tras varios homenajes gestados por la institucionalidad cruceña, UNITEL conversó con quienes conocieron de cerca sus diferentes facetas como profesional e intelectual
Vaca Díez se graduó como médico nefrólogo y el médico cardiólogo Alfredo Romero Dávalos recuerda que esta especialidad no estaba contemplada en los servicios de salud de Santa Cruz, al igual que terapia intensiva.
Fue hace casi cuatro décadas que fundó el Instituto del Riñón trayendo alivio a muchos pacientes renales que estaban condenados a no recibir un tratamiento oportuno y dio lugar a una serie de intervenciones que salvaron vidas: fueron un total de 525 trasplantes realizados a la cabeza de este ‘Cruceño de Oro’.
“Desahuciaron a mi hija y ahí apareció el doctor Vaca Diez, el entró a la sala de terapia intensiva y posteriormente nos dio la noticia de su recuperación”, comenta José Ernesto Azogue, el papá de una paciente, aspecto que refleja que no solo traía alivio a los enfermos, sino también a sus familias.
El legado de Vaca Díez trasciende de la medicina y la academia. Como presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz demostró su visión inclusiva y su compromiso con la justicia social. A través de la modificación del estatuto, abrió las puertas de la máxima institución cívica a las ciudadelas, comparsas carnavaleras, pueblos indígenas y personas con discapacidad.
“El papel fundamental que él juega es sostener la casa cívica en un momento de crisis. Nosotros hemos escuchado muchos testimonios de gente que agradece operaciones gratuitas”, rememora el presidente del Comité, Fernando Larach.
Mientras que Hugo Salvatierra, uno de sus excolaboradores, recuerda que el doctor Vaca Díez sufría con las personas enfermas y siempre estaba predispuesta a hacer todo lo que estaba en sus manos y más.
Tal fue la gratitud de sus pacientes, que ellos acompañaron el cortejo fúnebre para darle el últimos adiós y rindieron homenajes dando testimonios de su trascendencia como profesional y como cruceño.
“Fue un hombre que donde trabajó siempre tuvo éxito y siempre dio un buen ejemplo. Como médico, como dirigente cívico, como maestro de la medicina, de tal forma que lo que nos deja es un gran vacío que lo vamos a recordar con mucho cariño. Fue un Quijote de la cruceñidad”, sostuvo por su parte el expresidente cívico Carlos Dabdoub.
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Desde su entorno familiar, su hija Vania Vaca Díez también reseñó que su papá fue un hombre que reflejó vocación de servicio, que enseñó el respeto a la vida y valores morales.
“Mi padre si algo me enseñó fue que no importaba si el paciente no tenía recursos económicos, si era necesario, él lo ponía”, resalta su hija.
Herland Vaca Díez será recordado como médico y líder cruceño excepcional, cuya contribución deja una huella indeleble en la sociedad. Su legado durará por siempre como un ejemplo de integración y servicio público y es por ello que la gente lo muestra como un ‘Cruceño de Oro’.
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