La triste historia de una mujer que vio morir a su bebé en sus brazos; un examen pudo salvarle la vida
Una mujer que perdió a su bebé tras adelantarse su parto, confirmó con los médicos que una prueba pudo salvar la vida de su hijo.
Una mujer que esperaba la llegada de su bebé vivió una experiencia traumática ya que su parto se adelantó y su hijo murió en sus brazos. Ahora se encuentra en campaña porque declaró que una simple prueba pudo salvar la vida de su bebé.
Kelly Redhead que es chef , tiene 33 años y vive en Reino Unido, se emocionó al enterarse que el pasado mes de junio de 2023 se encontraba embarazada de su tercer hijo. Sin embargo, en la semana 18, comenzó a experimentar fuertes dolores en su abdomen.
Se dio cuenta que algo pasaba porque el dolor continuó unos días. Al ir al hospital y realizarse unas pruebas, concluyeron que tenía una infección por candidiasis, algo muy común en la primera etapa del embarazo.
Según Kelly , no se sentía lista para irse del hospital, pero le dieron de alta y las cosas empeoraron en su casa. Tras descubrir un sangrado, informó a los médicos, pero le dijeron que continuara con su tratamiento.
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Aseguró que al día siguiente, se despertó con dolor y que no podía levantarse. El dolor se volvió más frecuente lo suficiente como para hacerla regresar al hospital, pero la enviaron a su casa.
Tras sufrir vómitos y dolor por varias horas, finalmente la recibieron, relató. Un médico la revisó para saber si estaba en trabajo de parto por lo que descubrieron que su cuello uterino se estaba abriendo y que su bebé iba a nacer antes de tiempo.
“Me puse a llorar y dije mi hija no puede nacer porque no sobrevivirá”, dijo. Harper Rose nació el 14 de septiembre de 2023 con solo 18 semanas y tres días. Inicialmente se movía y respiraba, pero 30 minutos después falleció en los brazos de su madre.
Redhead describió que “sostuvo a su hija hasta que murió”. “Fue horrible, es la peor experiencia de mi vida y no se la deseo a nadie”, expresó.
Días después del fallecimiento de su hija, recibió los resultados de los análisis que le hicieron cuando ingresó por primera vez al hospital e indicaban que dio positivo a clamidia y gonorrea lo cual se volvió una enfermedad inflamatoria pélvica.
Según Kelly, lloró y pensó que si le hubieran hecho la prueba al inicio de su embarazo tal vez su hija estaría viva. Después del diagnóstico, fue a una reunión informativa donde un médico le confirmó su sospecha, publicó el New York Post con el caso de Kelly.
Desde entonces, Kelly se encuentra en campaña para conseguir fondos para exámenes de detección de Infecciones de Transmisión Sexual al comienzo del embarazo, examen que no es una práctica común.