La verdad sobre “Ballerina Farm”, la tiktoker que muestra su aparente vida perfecta
La creadora de contenido dio una entrevista a un medio británico donde desnuda la “otra cara” de su vida
En instagram posee 9 millones de seguidores y en TikTok acumula 8.7 millones, se trata de Hannah Neeleman o mejor conocida como Ballerina Farm en estas redes sociales. Se hizo conocida por el estilo de vida que lleva que se conoce como “tradwife” o esposa tradicional que propone un estilo de esposa a la “antigua”.
A los 33 años, Hannah tiene ocho hijos y vive en una granja en Utah a 50 kilómetros de Salt Lake City en Estados Unidos. Está casada con David Neeleman, un multimillonario hijo del dueño de una aerolínea.
En sus redes, la creadora de contenido proyecta una aparente vida perfecta. Se encarga del cuidado de la casa y su familia. En sus videos se la ve haciendo quesos, ordeñando vacas y cultivando vegetales de su huerta.
@ballerinafarm Out for my birthday lunch. Best present is spending time with this crew right here. ♥️
♬ original sound - Ballerina Farm
Hannah solo cambia para eventos de gala a los que asiste con su esposo, según La Vanguardia. Esta vida que lleva fue contrastada con una entrevista a la que tuvo acceso recientemente The Times de Londres.
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La periodista Megan Agnew tuvo acceso a su casa y logró declaraciones únicas. En el artículo resaltó que todo el tiempo sus hijos o esposo interrumpieron y que a menudo lo miró para que le ayude a responder.
Entre las controversias que sus respuestas generaron está que la relación con su esposo comenzó cuando se vieron por primera vez en un partido universitario. Aunque él comenzó a llamarla, ella lo rechazó durante seis meses.
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Sin embargo, el hombre no se rindió y averiguó que Hannah iba a tomar un vuelo de la empresa de su padre donde él reservó un asiento al lado de ella. En esa época, estudiaba ballet en una prestigiosa institución y cuando comenzaron la relación ella le dijo a Daniel que quería terminar su carrera.
No obstante, según la entrevista, él le dijo que su carrera no iba a funcionar y lo mejor era que se casaran. Dos meses después se dieron el “sí” y tres meses más tarde quedó embarazada de su primer hijo.
Por pedido de su esposo siete de sus partos fueron sin anestesia a excepción del último donde él se encontraba de viaje y ahí ella pudo pedir que le coloquen la epidural.
Añadió que a su esposo no le gusta que reciba ayuda con sus tareas domésticas o la crianza de sus hijos y quiere que ella se encargue de todo.
