La cerveza: una bebida nutritiva que puede acompañar una alimentación saludable
Cuando hablamos de alcohol y salud, las opiniones suelen ser muy diversas. La cerveza, en particular, ha sido criticada por su contenido de alcohol, carbohidratos y calorías. Sin embargo, si se consume con moderación, puede ser una opción más nutritiva y saludable que muchas bebidas que encontramos en el mercado.
La clave está en el equilibrio. Consumir una o dos cervezas estándar al día (355 ml) puede aportar beneficios a la salud del corazón, los huesos, los niveles de azúcar en la sangre e, incluso, disminuir el riesgo de demencia. Por supuesto, esto solo aplica si se toma con responsabilidad.
La cerveza es una bebida natural, elaborada con ingredientes simples como cebada, lúpulo, levadura y agua. Estos ingredientes aportan nutrientes importantes, como el complejo de vitamina B, folato, silicio y polifenoles. Por ejemplo:
- La vitamina B ayuda al metabolismo y al buen funcionamiento del sistema nervioso.
- El silicio contribuye a la formación de huesos fuertes.
- Los polifenoles, con su efecto antioxidante, pueden proteger el corazón y ayudar a prevenir enfermedades.
Además, la cerveza contiene pequeñas cantidades de potasio, calcio, hierro y zinc, minerales que nuestro cuerpo necesita. Si bien no es la fuente principal de estos nutrientes comparada con frutas y verduras, cada sorbo puede aportar algo positivo a nuestra dieta.
Ahora bien, no todas las cervezas son iguales. Por ejemplo, las cervezas ligeras tienen menos alcohol y alrededor de dos tercios de las calorías de una cerveza regular. Por otro lado, las cervezas más fuertes, como las artesanales, tienen un mayor contenido calórico, pero también más nutrientes en comparación con bebidas no alcohólicas como refrescos o jugos industriales, que suelen estar cargados de azúcares añadidos y calorías vacías.
Si su objetivo es mantenerse saludable o cuidar su peso, no es necesario eliminar la cerveza por completo. Lo importante es consumirla con moderación y planificar su alimentación de manera balanceada. Por ejemplo, si sabe que va a disfrutar una cerveza con más alcohol, puede equilibrar su cena eligiendo opciones más ligeras, como proteínas y verduras.