Economista: Subvención de combustibles no es sostenible porque implica desabastecimiento y déficit fiscal

Desde el punto de vista del economista Alejandro Banegas, quitar la subvención impactará en la inflación, pero es necesaria a largo plazo, sugiriendo eliminarla de manera parcial y mantenerla para dos sectores clave

Publicación: Hace 2 horas
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[Foto: APG noticias] / El economista consultado por UNITEL sugirió evaluar cuáles son las formas más pertinentes para la eliminación de la subvención

La subvención al combustible en Bolivia representa un peso importante para las finanzas del país y su mantenimiento a largo plazo no es viable, según el punto de vista de Alejandro Banegas, economista y exdirector del Banco Central de Bolivia, al advertir que este tema genera déficit fiscal y desabastecimiento.

“(La subvención) es una de los principales fuentes de generadores del déficit fiscal, y que hoy en día, por la situación que tenemos escasez de divisas, también ha provocado de que se produzca un desabastecimiento de combustibles”, sostuvo el analista en entrevista con UNITEL.

En este sentido, Banegas sugirió evaluar cuáles son las formas más pertinentes para su eliminación respectiva, ya que desde ningún punto de vista es sostenible, tomando en cuenta que representa cerca del 4% del Producto Interno Bruto, es decir, unos $us 2.000 millones al año.

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La explicación del economista se da en un contexto en el que se volvieron a reactivar las filas en los surtidores. Si bien esto se da en menor medida que en meses pasados y hay un compromiso del Gobierno para garantizar el abastecimiento, existe el temor de diferentes sectores ante una nueva crisis de abastecimiento, por lo que se pide suprimir la subvención.

No obstante, Banegas advirtió que no se puede retirar la subvención de manera total sin afectar a los sectores más vulnerables, identificando al transporte público y a la producción agrícola como los dos sectores que requieren mantener al menos parte del apoyo, ya que un aumento brusco del precio del combustible impactaría directamente en los usuarios y en la cadena de alimentos.

Respecto al impacto en la ciudadanía, advierte que habrá un efecto directo en la inflación, recalcando que, de mantenerse la subvención solo en transporte y agricultura, se estima que para 2026 la inflación podría ubicarse entre 35% y 40%, pero sin focalización, el aumento sería mayor.

Banegas también recordó que los precios del combustible están anclados al dólar, lo que condiciona la estabilidad de los precios en bolivianos y la economía en general, más si se toma en cuenta que la divisa comienza a fluctuar.

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