Economistas: Con decreto para que YPFB compre dólares y activos virtuales el Gobierno admite que no tiene dinero para combustibles y no es la solución
Los economistas Fernando Romero y Enrique Ayo coinciden en que el Decreto Supremo 5348 no es una solución de fondo a la crisis de los carburantes que golpea a Bolivia.


El Gobierno central aprobó el Decreto Supremo 5348 con el que autoriza a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) adquirir divisas y usar activos virtuales para comprar combustibles.
Los economistas Fernando Romero y Enrique Ayo coinciden en que con esta medida el Gobierno acepta que no hay dinero para cubrir la importación de carburantes y de ninguna manera representa una solución a la crisis.
“Demuestra que el Gobierno central, como la estatal petrolera, tiene un serio problema de solvencia y liquidez principalmente en dólares americanos, que ha sido ya corroborado con sus diferentes autoridades gubernamentales”, señaló Romero, quien es presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija.
Por su lado, el economista Enrique Ayo consideró que “el Gobierno está diciendo: no tengo dinero para comprar combustible”.
A criterio de Ayo, “realmente hemos llegado casi al fondo” puesto que solo resta “ver que esta crisis se ha profundizado” y “este modelo económico, social, productivo, comunitario, que realmente no es un modelo, básicamente está dedicado a lo que es el gasto, ha llegado a su fin”. Son, en suma “los últimos aleteos de este modelo”.
Romero observó que en el caso del decreto “no existe un reglamento o una figura clara” sobre la compra de los dólares del Banco Unión. Sospechó que puede tratarse de un préstamo inclusive de bancos privados”.
En su criterio, es “importante de que en el menor tiempo posible se dé a conocer el reglamento de ese decreto para evitar susceptibilidades porque existe un temor o un riesgo inclusive de que se busque captar comprar o prestarse de los pocos recursos que tenga el Banco Central, al Banco Unión o el sistema financiero nacional de ahorros”.
Incluso llegar “a tocar el encaje legal que de acuerdo a los últimos datos que se tiene llega a un monto de 347 millones de dólares los cuales, si se toma en cuenta la actual coyuntura, alcanzaría para 38 días de importación, sin embargo, “la puerta está abierta”.
¿Qué consecuencias habrá para los mercados de divisas en el país a partir de este tema?
Romero consideró que “la declaración que ya hubo el martes indicado de que existe una imposibilidad de dar cobertura en el mercado interno ya es el signo de presión para que suba el dólar paralelo, de hecho, ha subido”.
Si el Gobierno y “la empresa más rentable” que tiene el país, YPFB, no tienen dólares genera un incremento de la cotización de la divisa extranjera.
“Hay mucha demanda insatisfecha, hay una necesidad y pues quien tenga este recurso, pues, sabe de que lo puede ofrecer más caro”, explicó Romero,
Esta situación- en su juicio- generará “lastimosamente una mayor presión también en términos inflacionarios y está generando más desequilibrio en el mercado cambiario, lo cual genera más especulación, expectativas negativas e incertidumbre en un mercado cambiario muy volátil”.
¿SOLUCIÓN?
¿Este decreto es una solución real a la crisis del desabastecimiento de combustible en el país?
Ayo consideró que “los criptoactivos para la compra de combustible puede ser en el corto plazo una solución, pero esto no va a solucionar la crisis del abastecimiento”.
“Tenemos que generar la captación de dólares y uno de los caminos va a ser la liberación de exportaciones, la única manera es la generación de las riquezas”, dijo Ayo.
Romero señala que el decreto no es una solución definitiva y se trata de un “paliativo y una medida coyuntural” que sale de la necesidad de resolver un tema económico, pero también político porque es un año de elecciones nacionales”.
Para el presidente de los economistas de Tarija, para establecer una solución estructural hay que “tocar el tema de la subvención de los carburantes, resolver de fondo la insolvencia e liquidez y ejecutar un ajuste fiscal”
Romero plantea “refundar la política hidrocarburífera del país, la cual se ha dedicado solo ha cosechar y por eso no ha habido sustitución ni tampoco industrialización de hidrocarburos, y por eso como resultado final es de que Bolivia por cuenta propia no satisface su mercado interno y ni siquiera pensar en exportar carburantes”.
“Entonces, es un cúmulo de situaciones que simplemente son paliativos”, sostuvo.
El Gobierno indicó que además del decreto, genera otros mecanismos para impulsar el flujo de divisas, aunque no ha puesto una fecha límite para establecer una solución.
En tanto, las filas por combustibles no han desaparecido en el país.