Dan Rivera: El “discípulo de los Warren” cuya vida y muerte quedaron entrelazadas con Annabelle

Dan Rivera, veterano e investigador paranormal, murió en una gira con la muñeca Annabelle. Su vida, ligada a lo sobrenatural, y los misterios de la muñeca cautivan al mundo. Esta es su historia.

Publicación: Hace 6 horas
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[Foto: El Universal ] / El investigador paranormal Dan Rivera muere en gira con la muñeca ‘Annabelle’

Por: Melany Vaca

Dan Rivera, un investigador paranormal de 54 años, dejó una huella imborrable en el mundo del misterio. Nacido en Connecticut, Rivera fue veterano del Ejército de EEUU y miembro clave de la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica (Nespr), fundada por Ed y Lorraine Warren.

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Desde joven, tras presenciar fenómenos extraños en su hogar, desarrolló una pasión por lo paranormal, estudiando rituales de santería y convirtiéndose en un experto, según People. Tras la muerte de Lorraine Warren en 2019, Rivera asumió la custodia de Annabelle, la muñeca Raggedy Ann supuestamente poseída, que los Warren trasladaron al Museo del Ocultismo en Monroe, Connecticut, tras investigarla en 1970. Como discípulo de Lorraine, Rivera diseñó una vitrina bendecida para Annabelle, usada en la gira Devils on the Run Tour.

El 13 de julio de 2025, Rivera falleció repentinamente en un hotel de Gettysburg, Pensilvania, durante una parada de la gira, donde exhibía Annabelle en el Soldiers National Orphanage. La causa de su muerte está pendiente de autopsia, pero no hay indicios de crimen, según People. Su carisma y videos virales en TikTok, con millones de vistas, hicieron que la gira fuera un éxito.

Annabelle surge a partir de su historia: en 1970, una estudiante de enfermería recibió la muñeca como regalo. Pronto, ella y su compañera notaron movimientos extraños, notas escritas y ataques, como rasguños a un amigo. Los Warren determinaron que estaba poseída por una entidad demoníaca, no por un espíritu infantil, y la encerraron en una vitrina con cruces y agua bendita. Un caso paranormal destacado fue el de un motociclista que, tras burlarse de Annabelle, murió en un accidente poco después.

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Rivera también custodiaba otros objetos del Museo del Ocultismo, como el espejo de conjuros, usado en rituales, y la lámpara de la bruja, vinculada a fenómenos poltergeist. Su legado, lleno de fe y valentía, sigue inspirando a quienes exploran lo desconocido.