Exembajador de EEUU en Bolivia acusado de espiar para Cuba se declara no culpable
Víctor Manuel Rocha renunció además a su derecho a asistir a la lectura de cargos prevista para el viernes en un tribunal federal de Miami (Florida).
Un exembajador estadounidense en Bolivia, imputado en diciembre por haber sido espía de Cuba durante cuatro décadas, se declaró este miércoles no culpable de esos hechos, según un documento enviado a la corte firmado por él.
Víctor Manuel Rocha renunció además a su derecho a asistir a la lectura de cargos prevista para el viernes en un tribunal federal de Miami (Florida).
La labor de Rocha fue “una de las infiltraciones de mayor alcance y duración en el gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”, dijo el fiscal general Merrick B. Garland en un comunicado publicado en diciembre tras el arresto del presunto espía.
Según la denuncia, Rocha, un estadounidense de 73 años nacido en Colombia, “apoyó en secreto a la República de Cuba y su misión clandestina de recopilación de información de inteligencia contra Estados Unidos” desde alrededor de 1981 hasta su detención.
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Para ayudar al gobierno comunista de Cuba, enemigo acérrimo de Washington, el acusado obtuvo un empleo en el Departamento de Estado entre 1981 y 2002.
Ahí ocupó cargos que le dieron acceso a información no pública de alto nivel, así como la capacidad de influir en la política exterior estadounidense, según el fiscal general.
Entre 1999 y mediados de 2002, fue embajador estadounidense en La Paz, donde causó una gran polémica al amenazar con retirar la ayuda estadounidense a la lucha boliviana contra las drogas, si el izquierdista y exsindicalista cocalero Evo Morales ganaba las elecciones.
Rocha admitió haber trabajado para Cuba durante “40 años” en varias reuniones mantenidas en 2022 y 2023 con un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un representante de la Dirección General de Inteligencia de Cuba.
La Fiscalía lo acusa de conspirar para actuar como agente de un gobierno extranjero; actuar como agente de un gobierno extranjero sin el consentimiento previo de su administración; y utilizar un pasaporte estadounidense obtenido mediante declaraciones falsas.
Varios casos de espionaje han empañado las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, enfrentados desde la revolución comunista de la isla en 1959, en plena Guerra Fría.
En 2001, Ana Belén Montes, analista de inteligencia militar, fue detenida por espionaje tras admitir que llevaba casi una década recopilando información para Cuba.