Jueza frena intento de Trump de impedir a Harvard matricular estudiantes extranjeros
Una jueza federal bloqueó temporalmente la decisión del Gobierno de Trump de revocar la certificación que permite a Harvard admitir estudiantes internacionales. La universidad había denunciado la medida como una represalia ideológica por rechazar las exigencias del Ejecutivo.
Por: Melany Vaca
Una jueza federal de Estados Unidos suspendió temporalmente la medida impulsada por el Gobierno de Donald Trump que buscaba impedir que la Universidad de Harvard matriculara a nuevos estudiantes internacionales.
El fallo fue emitido por la jueza Allison Burroughs, pocas horas después de que la universidad presentara una demanda denunciando la acción como una “represalia clara” contra su autonomía ideológica.
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Harvard argumentó ante el tribunal que la revocación de su certificación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP) era ilegal y respondía a su negativa a cumplir exigencias políticas impuestas por la administración Trump.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo que Harvard puede recuperar su capacidad para matricular estudiantes internacionales si presenta cinco años de registros relacionados con la conducta de los estudiantes internacionales “en un plazo de 72 horas”, según la carta que envió a la universidad este jueves y publicó en redes sociales.
La decisión del Departamento de Seguridad Nacional, afecta directamente a más de una cuarta parte del alumnado de Harvard, compuesto mayoritariamente por estudiantes internacionales. En declaraciones recogidas por CNN, la Casa Blanca sostuvo que “matricular estudiantes extranjeros es un privilegio, no un derecho” y acusó a Harvard de convertirse en “un semillero de agitadores antiestadounidenses, antisemitas y proterroristas”.
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Profesores y personal académico han advertido que la expulsión o migración masiva de estudiantes extranjeros podría comprometer gravemente la excelencia académica de la universidad. La demanda de Harvard sostiene que esta medida no solo viola la ley, sino que atenta contra los derechos protegidos por la Primera Enmienda.
El futuro legal del caso sigue abierto, pero por ahora Harvard podrá seguir recibiendo estudiantes internacionales mientras se resuelve la disputa en los tribunales.
