Rompe el silencio la mujer que llevó el cadáver de su tío al banco para sacar un préstamo
El caso sucedido en Brasil y que causó conmoción a nivel mundial sigue causando repercusiones, la mujer implicada fue liberada
“No soy un monstruo”, con estas palabras se defendió Érika de Souza, la mujer que se hizo tristemente célebre a nivel mundial por llevar a su tío recién fallecido a la sucursal de un banco con la intención de sacar un préstamo.
De Souza dijo que la acusan sin fundamentos y explicó su versión de sobre este bizarro hecho. Según asegura, ella no de percató que su tío había perdido la vida sino hasta llegar al banco cuando se dio cuenta que ya no reaccionaba.
No puedo entenderlo. No creo que ni yo ni muchas personas nos hayamos dado cuenta de que falleció. ¿Cómo se le da un papel a una persona muerta para que lo firme?”, dijo al diario Folha de Sao Paulo, sobre el momento que quedó grabado y dio vuelta al mundo.
“No me di cuenta de que mi tío estaba muerto. Es absurdo lo que dice la gente. No soy esa persona de la que habla la gente, no soy un monstruo”, agregó de Souza.
La mujer señaló que no recordaba bien lo sucedido debido a los medicamentos que consumió aquel día. También, hizo hincapié en que ella no era la cuidadora de su familiar.
“Él era independiente, caminaba, hacía lo que quería, tenía buena memoria. No estaba en silla de ruedas y yo no era su cuidadora”, concluyó.
El caso
Todo sucedió el pasado 16 de abril en la ciudad de Río de Janeiro. Trabajadores de un banco dieron alerta a la Policía cuando la mujer intentaba completar un préstamo de 17.000 reales que ya había sido aprobado a nombre del difunto. Sin embargo, para completar el trámite intentó forzar la firma, sosteniendo la mano de su tío fallecido varias veces.
Tras acudir la Policía, un médico constató que el hombre de 68 años estaba muerto al parecer hacía algunas horas y había sido trasladado así a la entidad financiera.
La Justicia brasileña decretó el pasado jueves la libertad provisional de Érika de Souza y le impuso medidas cautelares, entre ellas comparecer todos los meses en el juzgado y no ausentarse de Río por un plazo superior a siete días, salvo autorización expresa del tribunal, mientras avanzan las investigaciones y se realiza el juicio.
Según la Fiscalía, Érika de Souza, de forma “consciente y voluntaria”, profanó el cadáver de su tío Paulo Roberto Braga, al que cuidaba, tras trasladarlo a una agencia bancaria y haber permanecido en el lugar, “incluso tras su muerte”.
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Una empleada de la sucursal grabó con su celular como la acusada intentaba sostener erguida la cabeza de su tío, al que también hablaba como si estuviera vivo: “Tío, ¿está escuchando? Necesita firmar. Si no firma, no hay manera. Yo no puedo firmar por usted”.
Para la Policía “no hay dudas de que sabía que su tío estaba muerto” y sostiene además que incurrió en una “omisión flagrante de socorro” al ir con él a un centro comercial en vez de a un hospital, poco antes de acudir al banco.
