Plata, estaño, petróleo, gas, litio...y dale con la insistencia de dos siglos como país extractivista. ¿Cuándo entenderemos que basar el bienestar de un país en la mera explotación de recursos naturales no es sostenible y no promueve un verdadero desarrollo? Ya son doscientos años de vida desgraciada nada mas por no entenderlo.

La verdadera riqueza y el verdadero desarrollo consiste en desarrollar creativamente las muchas actividades productivas que se pueden promover basadas sí en recursos locales pero que involucran y usan la inteligencia y la creatividad de la mayor parte de la población, preservando el medio ambiente. La lista de esas actividades productivas sostenibles y creativas es por suerte larga para nuestro país, veamos:

El turismo es una posibilidad real que puede generar miles de millones de dólares con facilidad, que involucra a muchos sectores y regiones, siempre que resolvamos nuestros problemas de violencia y desorden interno. Hay una coyuntura mundial muy favorable porque hay ciudades que están ya saturadas y están rechazando el turismo, como Barcelona en España, Venecia en Italia e increíble...Medellín en Sudamérica.

Mientras los precios del suelo se van por las nubes en el centro histórico de Medellín por el turismo, los precios en el centro histórico de Santa Cruz se desploman. Millones de turistas de todo el mundo están buscando nuevos y atractivos lugares para visitar y nosotros, que los tenemos, los rechazamos.

El cacao y el café y la castaña es una tríada de enorme riqueza natural, productos orgánicos, de alto valor, poco peso para exportación, mucha utilización de mano de obra que tenemos la suerte de poseer en nuestros bosques, pero en vez de apoyar esas riquezas que además preservan los valores ambientales, preferimos tumbar el monte en el que nacen, destruyendo así la gallina de los huevos de oro.

Tejidos y artesanías son otro enorme rubro para el que los bolivianos tenemos grandes capacidades y por último, -porque no- también hay capacidades tecnológicas en los jóvenes que pueden fácilmente digitalizar todas las actividades del país e incluso exportar programas, además de crear muchísimas “startups.”

Por lo dicho, la sugerencia es que apoyen a los candidatos que ofrezcan desarrollar estas enormes potencialidades que presenta el país y su gente y no a los candidatos que sigan solo con la cantaleta secular de “defensa de los recursos naturales” entendiendo solo la minería, frase hueca que solo promete dejarnos en el subdesarrollo y la pobreza de siempre.

En estos tiempos, la riqueza no está en los recursos naturales, está en la gente, en su iniciativa y su creatividad, eso es lo que tenemos que promover. Es tiempo de la economía naranja, entendámoslo de una vez.