Confesión de mujer que asesinó a su hijo en La Asunta revela tortura y larga agonía del niño de tres años

El crimen sucedió el año pasado, pero recién hace algunos días el padre biológico de la víctima de tres años presentó la denuncia tras enterarse del trágico desenlace. El caso se investiga como infanticidio.

Publicación: 04/03/2024 09:35
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[Alwatanvoice] / Imagen referencial de la violencia contra un niño.

Yerson, un niño de cinco años, vivió un calvario. En las últimas horas de su vida fue torturado hasta su muerte y los asesinos son su madre y su padrastro. Así se evidencia en la declaración de la mujer a la cual accedió la red UNITEL.

El crimen sucedió el año pasado, pero recién hace algunos días el padre biológico de la víctima presentó la denuncia tras enterarse del trágico desenlace.

La Policía aprehendió a los sindicados del crimen y la Justicia los envió el fin de semana a la cárcel. Senovia y su concubino Lodolvaldo no tuvieron piedad, lo apalearon, lo ahogaron y lo vieron morir.

La declaración de la mujer ha dejado sorprendidos a los investigadores. La comunidad Chaqueti y el municipio de La Asunta, en los Yungas de La Paz, están consternados por la violencia que ejercieron contra el indefenso niño.

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Todo comenzó a la 07:00 de la mañana, cuando la víctima se alimentaba.

“Mi hijo estaba comiendo sopita, luego se cayó al piso de nuca y mi concubino lo chicoteó con palo. Después, yo también lo chicotee con trapo. Mi hijo se sentía mal y le dije ‘le llevaré al hospital’ y mi concubino me respondió: ‘lo mataremos, va a sufrir’”.

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Con el siniestro acuerdo en la mesa, la pareja se dirigió hasta un pozo de agua, donde decidieron terminar con la vida de Jery.

“Le agarre de la barriguita a mi hijo, le alce y le llevamos al pozo de agua y los dos, con mi concubino, le metimos al pozo de agua su cabeza y luego se estiró y su corazón seguía latiendo”, relató.

No se conoce mucho sobre las horas siguientes, pero todo apunta a un escenario y agonía hasta que llegó su muerte, cerca de las 17.00.

“Luego le envolví con cama para que recupere, después le he puesto alcohol en su nariz y no recuperaba, después ya era como a las cinco de la tarde ya (estaba) muerto”, relató la mujer.

Con el cuerpo en la mano se dirigieron hasta una zona boscosa para esconder las pruebas del crimen.

Le llevamos a media hora caminando al monte para enterrarlo, luego lo enterramos y mi concubino me dijo: ‘hay que escaparnos’”.

La pareja se estableció en Luribay, en el otro extremo del departamento, donde vive la familia del hombre. Ahí se establecieron hasta que la mujer decidió retornar a La Asunta

“Estoy arrepentida de lo que hice y adolorida, quiero que lo agarren a mi concubino y pague por lo que hizo”, se lee en la parte final de la declaración de la mujer.

Los restos del menor llegaron a la morgue judicial de La Paz para la necropsia.

Noemi Quispe, directora del a Defensoría de La Asunta, reveló que el crimen sucedió en enero de 2023. Este dato aún no fue confirmado por la Policía ni la Fiscalía.

El padre biológico exige justicia. Hace dos años que no veía a su hijo. Nunca más lo hará.