Fiscalía dice que mujer torturada estaba en un sitio subterráneo en la cárcel de El Abra y amplían la investigación
El reporte de la Fiscalía señala que el sitio subterráneo estaba cerca de un kiosco al interior del penal
N.G., una mujer de 28 años de edad ingresó el sábado al penal de El Abra con la esperanza de que Rolando Andrés Z. T., el papá de su hija, pague el monto adeudado por asistencia familiar. Sin embargo, la mujer fue flagelada, quemada y torturada durante horas.
La denuncia de la familia señala que se intentó quitar los ojos a la víctima y que le desfiguraron el rostro con cortes profundos. Además que le quemaron varias partes del cuerpo y también se investiga violación.
El fiscal de Cochabamba, Osvaldo Tejerina, indicó este martes que N.G logró salir de un ambiente subterráneo, a donde fue llevada para flagelarla, mediante un anaquel y que recibió ayuda de otros reos.
“Es flagelada de manera brutal, y conforme se van desarrollando los hechos, esta persona habría logrado salir de un anaquel, de un kiosco, a pedir ayuda y habría sido auxiliada por el resto de los internos del penal”, indicó Tejerina en conferencia de prensa y anunció que se amplió la investigación contra otros presuntos cómplices.
Según la Policía, la mujer salió envuelta en llamas y ensangrentada.
“Se va hacer una investigación del por qué, del cómo, si se tenía o no conocimiento de la existencia de un ambiente subterráneo dentro de un kiosco, donde se cometió el hecho delictivo”, indicó el fiscal y advirtió con procesos contra funcionarios. Además confirmó que se investigará la tenencia de armas por parte de los reos.
Tejerina explicó que los otros presuntos cómplices serán investigados por intento de asesinato, vejámenes y torturas, y no feminicidio debido a que no tienen vínculos con la mujer. Además indicó que se establecerá el grado de responsabilidad de otras personas que se presumen conocían lo que ocurría.
El Fiscal indicó que se determinó prisión preventiva en Chonchocoro para Rolando Andrés por el intento de feminicidio.
Rolando Andrés fue condenado en 2020 por el asesinato de la mamá de una expareja, a quien intentó secuestrar de su casa cuando ella terminó la relación.