El cordón ecológico de Santa Cruz de la Sierra, un escudo natural contra las riadas
Tener el río Piraí sobre el cuarto anillo hace vulnerable a la capital cruceña. Se arriesga a sufrir una ‘riada’, tal como ocurrió hace pocos días en Cobija, con el río Acre. Por eso es vital el cordón ecológico.
Santa Cruz y Cobija son vulnerables a sufrir riadas. La capital cruceña enfrentó en 1983, un recuerdo latente, y la capital pandina hace pocos días tras la crecida sin precedentes del río Acre.
El cordón ecológico, ubicado sobre el cuarto anillo, se convirtió en un sumidero y escudo natural contra posibles crecidas del río Piraí.
En Cobija, hace algunos días, el río Acre registró un crecimiento de 16 metros, dejando a 14 barrios inundados. Familias damnificadas y casas ‘tapadas’ por el agua.
Santa Cruz tiene el río Piraí ubicado casi sobre el cuarto anillo. En ese mismo lugar se encuentra el cordón ecológico, que busca preservar las llanuras de inundación, la protección para que la ciudad no se vea afectada.
El especialista en geométrica ambiental, Rafael Cabrera, señaló que “el río (Piraí) lo tenemos encima, en la cabeza, y eso nos hace vulnerables. Es importante tener como ese sumidero en cuestiones de desastres que podría haber como en el año 83”, dijo Cabrera.
Las crecidas extraordinarias, como la de Cobija, dejó a 220 familias afectadas, mismas que tuvieron que dejar sus hogares para trasladarse a albergues durante dos días, esperando que el nivel del agua baje para que puedan volver a sus hogares, sin contar que a partir de ahora se puede generar infecciones por la suciedad que arrastran esas aguas.
En ese marco, los expertos destacan la importancia del Cordón Ecológico, como para que no ocurra una emergencia natural como la de 1983, cuando barrios como el Sirari, Oriente, 4 de Noviembre y parte de la zona de Equipetrol, en el tercer anillo, quedaron afectadas.
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La ambientalista Sandra Quiroga recuerda que en ese momento la riada sorprendió a más de uno. “El Ejercito nos evacuó en la salida que ahora es el Oncológico. Tengo presente, los autos eran unas pelotitas bajo agua. En mi casa llegó a 2 metros y más”.
Rolando Schurpp, expresidente de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz, señala que se debe respetar y no vulnerar la norma “porque si no el río va a reclamar lo que es de él”.
En medio de este debate, ha surgido la alerta sobre la posible intención de incluir esta reserva en la marcha urbana de la capital.
Para Schurpp, el cordón ecológico se vuelve un ‘Filet Mignon’ por la extensión de tierra. “Antes el río quedaba atrás de la ciudad, no le importaba a nadie, no valía nada. Ahora está sobre el cuarto anillo. Usted tiene un ‘Filet Mignon’ de 15 kilómetros por 500 metros, entonces hablamos de 3.500 millones de dólares en tierra sin contar la inversión de construir”.
En la misma línea el urbanista Fernando Prado aseveró que el cordón ecológico es una zona no urbanizable, y adherirlo a la mancha urbana, como se sospecha, deja dudas. “Se definió como área no urbanizable, no debe haber lotes para vivienda. Se debe tener un proyecto”.
Es un hecho que el cordón ecológico, donde hubo asentamientos, continúa con la misión de proteger de inundaciones a la capital cruceña, generar humedad, protegerla de los vientos y dar equilibrio la temperatura.