“Subieron pensando que su visado era legal”: Familiares de bolivianos retenidos en el Mar Mediterráneo denuncian engaño
“Subieron al barco pensando que su visado era legal, pero al llegar a Málaga descubrieron que fueron víctimas de un engaño por parte de la agencia de viajes”, explica uno de los familiares de un joven que está en la embarcación
69 bolivianos siguen retenidos en el Mar Mediterráneo, España, y todavía las autoridades locales y las bolivianas definen cuál será su destino. Este grupo de personas, es acusada por personal de Cataluña, de no tener documentación para ingresar a Europa.
Por su parte, los familiares de las personas que están en el barco denuncian un engaño. “Subieron al barco pensando que su visado era legal, pero al llegar a Málaga descubrieron que fueron víctimas de un engaño por parte de la agencia de viajes”, explica a EFE Luis Mario Celaya, residente en Barcelona desde hace 20 años y que vive con angustia la situación de su sobrino, embarcado en el buque.
Celaya relata, con la voz entrecortada por el cansancio y la tristeza, que su sobrino le llamó hace un par de días y que venía a darle una sorpresa, pero que no le dejaban desembarcar en Málaga y no sabía si finalmente podría verle.
Celaya explicó que se dirigió primero a Málaga para recoger a su sobrino, pero que luego le informaron de que, como su destino era Barcelona, desembarcaría en la ciudad catalana, España.
“No es fácil estar aquí todos los días porque vivimos de lo que trabajamos y son muchas horas”, lamenta Celaya, que asegura que lleva desde las 7 de la mañana en el puerto barcelonés y ayer permaneció hasta medianoche.
Precisamente, conciliar esta situación con sus respectivos empleos es uno de los problemas de muchos familiares, como es también el caso de Florencio Acuña, que vino el sábado desde Palma de Mallorca (en las Islas Baleares del Mediterráneo) porque su hija y su nieto están dentro del crucero.
“La empresa me ha llamado por la mañana porque me dicen que dónde estoy, que tendría que estar trabajando. Les pedí que, por favor, me dejaran quedarme porque mis familiares lo están pasando muy mal”, explica Acuña.
Otro que viajó desde otra parte de España es Juan Carlos Medrano, que llegó a Barcelona este martes desde Navarra (norte) para ver a su hermana, también retenida en el barco.
“Estoy sin comer, apenas he tomado un vaso de café; algunos nos hemos quedado a dormir en coches”, afirma este familiar de una de las bolivianas afectadas.