¿Cómo son los cuerpos de las “momias extraterrestres” presentadas en el Congreso de México?
¿Pruebas de vida extraterrestre? El mundo dirigió todas sus miradas a México esta semana por la presentación en el congreso de este país de dos “cuerpos no humanos” que probarían que no estamos solos en el Universo.
Jaime Maussan presentó el martes ante el Congreso de México a los “cuerpos no humanos” de dos especies que el ufólogo asegura son extraterrestres. Desde el 2019, la Universidad Nacional Inca del Perú recibió estos cadáveres para su custodia e investigación y al final llegaron a México, donde fueron sometidos a pruebas por la UNAM.
Estas son las características de los dos cuerpos: Las dos momias tienen unos 60 centímetros de altura, delgados, con tres dedos en pies y manos, y un cráneo y cavidades oculares grandes.
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Con estos estudios se descubrió que los tejidos de la cabeza, tronco y extremidades son de un mismo ser, o sea que no se unieron partes de distintas especies. Y que las células son muy extrañas, nada encontrado anteriormente en ningún ser vivo de este planeta. Se determinó que tenían un cráneo ovoide con una gran cavidad intracraneal, sugiriendo que era un contenedor para un cerebro o material neurológico bastante desarrollado.
Los cráneos tienen cavidades oculares muy grandes, sugiriendo una visión estereoscópica ampliada, fosas nasales pequeñas y una cavidad oral con articulación mandíbula limitada y sin dientes, lo cual hace creer que su método de alimentación era por deglución, no masticación.
Varios estudios de biomecánica descubrieron que estos restos no estaban “simplemente armados” sino que presentan articulaciones y uniones en costillas, brazos, columna vertebral y demás, aparte del desgaste naturalmente producido por la biomecánica de los huesos.
También se presentaron trazos de músculos, tendones y vasos sanguíneos, e incluso huellas dactilares horizontales en los dedos. También se corroboró al 100% que los restos son biológicos y orgánicos, o sea no fueron fabricados sintéticamente.
Estos restos son de hace más de mil años de antigüedad, cosa que se descubrió con pruebas de carbono 14. Los cuerpos tienen diferencias irrefutables con lo descrito en la biología y taxonomía del árbol de evolución de las especies darwinianas y sin un predecesor común o rastreable.
Sin embargo, varios expertos aclararan que estas características no quiere decir que los cuerpos sean extraterrestres, ya que pueden pertenecer a una especie no estudiada hasta la fecha.
Los cuerpos estudiados a nivel genético echan los siguientes resultados: la diferencia con el ADN humano es del 30%.
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Cuando los cuerpos fueron descubiertos se encontraron tres tipos de evidencias, las momias, las piezas sueltas y las piezas rituales. Para confirmar la veracidad de las momias, la Fiscalía de Perú utilizó la investigación que se hizo a una pieza ritual, la cual no tenía material biológico único, o sea que estaba hecha con huesos de varios animales y otros materiales. Con la evidencia de la pieza ritual se catalogó como falsas a las momias, aunque a estas no se les hizo ningún tipo de estudio hasta la fecha.
Pero no todos los científicos están de acuerdo con la validez de las pruebas. Muchos denuncian la extracción de momias a las cuales se les habrían hecho modificaciones para que tengan una apariencia extraterrestre y hollywoodense. El World Committee on Mummy Studies, una de las organizaciones más importantes en el estudio de momias, ha rechazado su validez y ha descrito el hallazgo como un fraude, calificándolo como “una irresponsable campaña organizada de desinformación”, también catedráticos y docentes de arqueología de Perú, como la Universidad San Luis Gonzaga de Ica (Unica), han rechazado la versión de que son “no humanas”.
