Industrias oleaginosas alertan que freno a exportación de aceite pone en mayor riesgo al mercado interno
El presidente de Caniob indicó que la suspensión de exportaciones “impacta en el financiamiento al agricultor, al comprometer los recursos para la compra de grano”
Después que el Gobierno nacional estableciera la suspensión temporal de la exportación de aceite, la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob) emitió un comunicado en el que se declara en emergencia y alertó que esta medida pone en mayor riesgo al abastecimiento interno.
El presidente de Caniob, Jorge Amantegui, indicó que la suspensión de exportaciones impacta en el financiamiento al agricultor y compromete los recursos para la compra de grano, pudiendo generar una menor producción de soya en enero y febrero, generando así “el efecto contrario al que el Gobierno dice buscar con esta disposición”.
“Esta merma tendría la consecuencia de una todavía mayor elevación de los precios de esta materia prima, cuyo valor actual es muy alto por la inflación y la crisis cambiaria, y originaría una notable disminución de los productos derivados”, sostuvo el ejecutivo.
Actualmente, Caniob funge como financiador del agro cruceño para impulsar la siembra de verano, en la que se contempla una superficie de 1,2 millones de hectáreas de soya, grano esencial que da lugar a subproductos como el aceite.
En este sentido, desde Caniob piden soluciones de fondo que pongan remedio a los problemas estructurales del actual modelo de cupos y control de subproductos de soya (vigente desde 2011), que ya no responde a la realidad actual de la economía del país.
“Esta medida (freno a la exportación) afecta a toda la cadena productiva oleaginosa, compromete la seguridad jurídica y pone en riesgo los mercados internacionales de soya y sus derivados, repercutiendo negativamente en la generación de divisas que el país hoy tanto necesita”, sostuvo el dirigente.
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En días pasados, el Gobierno mantuvo reuniones con representantes de la industria oleaginosa, además de verificaciones de datos e inspecciones en el terreno, luego de lo cual las autoridades gubernamentales manifestaron esta misma semana que existían 39.000 toneladas de aceite, las cuales eran suficientes para cubrir la demanda interna.
Sin embargo, dos días después determinaron suspender las exportaciones de aceite, afectando al sector productivo sin prever los impactos negativos ya mencionados.
“Deseamos subrayar que la industria oleaginosa está entregando el aceite a los distribuidores para abastecer el mercado interno. Nosotros desconocemos si el mismo está llegando normalmente a los mercados. Es el Gobierno quien debe cuidar que ese aceite no salga de contrabando a otros países fronterizos y combatir la especulación”, enfatizó Amantegui.
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