DGAC: Hubo una “falla severa en el motor” del avión de BoA que abortó un despegue en Cochabamba
El 27 de enero un avión, que estuvo a punto de despegar, abortó el vuelo y fue uno de los casos más sonados de BoA en lo que va de año. “El informe es preliminar, no es concluyente”, señala el director de la DGAC


Este jueves, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) señaló que un informe preliminar de autoridades de Estados Unidos se establece que hubo una “falla severa” en el motor del avión que abortó el despegue y evacuó a pasajeros el 27 de enero en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba.
“Este es un vuelo, en el que se ha presentado una falla severa del motor, las causas aún no han sido esclarecidas totalmente”, manifestó José Iván García, director de la DGAC.
García explicó que la investigación se realiza en coordinación con autoridades estadounidenses, ya que tanto el avión (fabricado por Boeing) como el motor afectado (fabricado por General Electric) son de diseño y fabricación norteamericana.
Agregó también que el informe se realiza en cumplimiento con las normas internacionales del Anexo 13 del Convenio de Chicago, que regula la investigación de accidentes e incidentes aéreos.
Del hecho, que aún es investigado, quedaron videos de los pasajeros que denunciaban que vivieron momentos de angustia al evacuar el avión. Según el informe, la aeronave tenía 137 pasajeros y siete tripulantes y tuvo un “aborte de despegue en la pista 32”.
EL INFORME ES PRELIMINAR
García señaló que la investigación no busca encontrar culpables, sino identificar las causas del incidente para mejorar la seguridad aérea. “Este trabajo aún no ha concluido, el informe es preliminar, no es concluyente”, aclaró el director de la DGAC.
“El anexo 13 no tiene en sí un carácter punitivo, no está buscando un culpable, sino está buscando la causa raíz”, explicó. “Normalmente cuando sucede un incidente no es un elemento, no es un factor el que determina específicamente la consolidación de hechos. Son varios elementos que pueden contribuir”.
Según García, la tripulación “contaba con las calificaciones y competencias para poder encarar cualquier tipo de situación”, lo que quedó demostrado al responder “favorablemente y de manera exitosa para no lamentar ninguna pérdida humana”.
El informe final podría tomar hasta un año o más, según indicó García, quien añadió que se está analizando el desempeño de la aeronave en hasta diez operaciones anteriores para identificar posibles patrones o anomalías.