Protestas evistas: Hay municipios donde denuncian violencia de bloqueadores
Este martes, la violencia se concentró en Llallagua, donde se dieron enfrentamientos con heridos, mientras que en el trópico de Cochabamba crece la tensión


Este miércoles se cumplen 10 días de bloqueos y protestas impulsadas por sectores afines a Evo Morales, marcados por episodios violencia como los que se dieron en las últimas horas en municipios como Llallagua, donde los enfrentamientos dejaron al menos 31 heridos y denuncias de saqueos, ataques a instalaciones policiales y agresiones de diferente matiz, según los reportes de las autoridades.
De acuerdo con el mapa de transitabilidad de la Administradora Boliviana de Carreteras, hasta el final de jornada de este martes se registraban bloqueos en Beni (2), Santa Cruz (2), Oruro (2), Potosí (7) y Cochabamba (10), siendo esta última región también conflictiva.
“Tenemos el reporte de instituciones que han sido saqueadas e incendiadas por parte de los pobladores agresivos que estaban generando conflictos en el municipio de Llallagua”, informó el fiscal departamental de Potosí, Gonzalo Aparicio, quien confirmó que hubo más de 30 heridos, uno de ellos de gravedad.
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El vocero de la Policía en Potosí, Limbert Choque, confirmó que 15 personas fueron internadas, advirtiendo que en los enfrentamientos se utilizaron cachorros de dinamita, ondas con piedras y otros objetos que han lesionado la humanidad de las personas, entre las que también hay dos efectivos policiales.
Desde el Ministerio de Salud, la máxima autoridad, María Renée Castro, indicó que hubo al menos 31 heridos y dificultades para evacuar a los más graves, ya que no se permitió el paso de personal médico para atender estas emergencias.
El Gobierno denunció que los evistas impidieron la salida de ambulancias, destruyeron una de ellas y atacaron a civiles, funcionarios municipales y personal de salud. Las acciones violentas, según autoridades, buscan forzar la candidatura presidencial de Evo Morales.
La tensión aún continuaba en horas de la noche del martes y tenía en alerta a los vecinos.
Reacciones de las autoridades
“¿A quién le declara la guerra Evo Morales? ¿A bolivianas y bolivianos?”, fue el cuestionamiento lanzado por el presidente Luis Arce Catacora tras los hechos violentos ocurridos en este martes, calificando la jornada como “una de las más violentas y amargas de la historia reciente de Bolivia”.
En esta línea, el mandatario denunció que en nueve días de conflicto los seguidores de Morales se dedicaron a agredir a personal de salud, destruyeron una ambulancia, saquearon comunidades, atacaron a personal de prensa, arremetieron contra policías y buscaron muertes, entre otras tantas actividades delictivas.
Asimismo, la Cancillería boliviana denunció ante la comunidad internacional los hechos en Llallagua y subrayó que estas acciones no pueden considerarse dentro del marco de la protesta social, advirtiendo que son actos vandálicos que vulneran los principios democráticos.

Mientras tanto, en el trópico de Cochabamba, la situación también se tornó tensa, tema advertido por el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Romer Saucedo, quien no descartó replegar jueces de la región, tomando en cuenta que la Fiscalía dio la misma instrucción.
Saucedo advirtió que el Ejecutivo debe garantizar la seguridad institucional, considerando que si la Policía es rebasada, tendrá que acudir a otro tipo de acciones concretas que le garantice al pueblo boliviano la tranquilidad en el país.
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El Gobierno también se pronunció contra amenazas a periodistas, como es el caso del personal de InfoYapacaní, en la provincia cruceña de Ichilo, donde se dieron amenazas de muerte a través de las redes sociales.
En los últimos días, la escalada de bloqueos no solo afectó al tránsito en las rutas de al menos cinco departamentos del país, reflejando un escenario de conflictividad, sino que también frenó la labor de diferentes esferas del aparato productivo nacional, cuyos productos no han llegado con regularidad a los mercados, principalmente a los de occidente.