“Bien alegre ha comido ese día”: El último adiós a Luan; su cuerpo tenía varias fracturas

Luan era el segundo de tres hijos que tiene la pareja de jóvenes padres que no creen que su hijo haya caminado unos 100 metros hasta llegar al río Kaká porque recién daba sus primeros pasos

Publicación: 19/08/2024 08:35
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[Prensa Digital Mayaya] / El velorio de Luan.

Su pequeño féretro de color blanco está rodeado de decenas de velas y globos. Los restos de Luan ya se velan en el que fue su hogar hasta el martes, cuando desapareció de forma extraña. Los vecinos hicieron una vigilia la noche de este domingo.

Los recuerdos sobre sus últimos momentos de vida marcan el sepelio. El niño de un año y seis meses de edad fue hallado sin vida sobre las piedras de la ribera del río Mayaya, en el norte de La Paz.

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Bien alegre ha comido ese día, con todos ha jugado”, contó su abuela que cada vez que lo recuerda se quiebra y rompe en llanto.

La mujer fue una de las últimas personas que lo vio con vida. Estaba jugando en la puerta de su casa y no se supo más de él.

Pateaba la pelota, ‘gol’, decía”, señaló su abuela, quien recuerda que “brincoteaba, bailaba y hacía gestos”. “Era sanito y normal”, recordó.

Luan era el segundo de tres hijos que tiene la pareja de jóvenes padres que no creen que su hijo haya caminado unos 100 metros hasta llegar al río Kaká porque recién daba sus primeros pasos.

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Cuando fue encontrado a 10 kilómetros de Mayaya, su cuerpo presentaba fracturas y tenía parte del cráneo destrozado.

“Presentaba al examen externo lesiones a nivel del cráneo, del rostro y también -de acuerdo al informe de los médicos- tenía fracturas en diferentes partes del cuerpo”, señaló el director nacional de Bomberos, el coronel Silvio Terrazas, en una entrevista con La Revista de la red UNITEL.

En su criterio, hay una alta probabilidad que este tipo de lesiones fueran generadas por una “precipitación”. El uniformado señaló que en el sector donde vivía Luan había un corte de terreno de unos 50 metros.

Otro factor que pudo haber generado ese tipo de lesiones es “el arrastre del río” puesto que “hay bastantes piedras y el arrastre es muy fuerte y a consecuencia de aquello se producen lesiones”.

Luan tenía parte de la cabeza destrozada. “Presumimos de que ha sido a consecuencia de unos golpes contusos que la cabeza se ha deformado y por la corriente del agua, tal vez por la influencia de los peces ha ido perdiendo algunas partes de la mesa encefálica y parte de piel del rostro”, señaló el jefe policial.

El caso se investiga con base en dos hipótesis principales, un accidente en el río y la participación de una mano criminal en medio de un rapto.

Las pesquisas siguen en curso, no obstante, Terrazas recomendó a los padres que “no pierdan el cuidado, la observación, la supervisión de los menores de edad, la vía pública es muy peligrosa”.