Policía y vecinos autoconvocados llegan al predio avasallado en Montero y encapuchados se retiran de la zona
La tensión escaló una vez que el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho llegó junto a una comitiva al lugar y no se encontraban efectivos policiales, pese a la denuncia de la toma ilegal de la propiedad Patujú


La llegada de un contingente policial al predio Patujú en Montero marcó un giro en la jornada de conflicto: efectivos ingresaron a los terrenos donde horas antes ocurrieron enfrentamientos y la irrupción de un grupo de presuntos avasalladores que se encontraban armados y encapuchados en la zona
La intervención incluyó a unidades especializadas que avanzaron por una de las puertas utilizadas por los ocupantes, quienes habían secuestrado a un productor y a sus trabajadores, de acuerdo con el reporte.
El operativo contó con la presencia de Grupo Delta, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y unidades antimotines, además del Ministerio Público y vecinos autoconvocados, según el informe preliminar.
En los informes desde el lugar se indicó que quienes ocuparon el predio eran, según testigos, más de 300 personas encapuchadas y que varios portaban petardos, palos o piedras, incluso habían instalados carpas que los vecinos tumbaron al llegar al lugar.
Previo a la incursión policial, el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho encabezó una comitiva que se trasladó hasta la zona, desde donde exigió garantías para quienes se encontraban en la propiedad.
Camacho demandó a la Fiscalía y a las fuerzas del orden salvaguardar las vidas de quienes han sido víctimas del atropello, del abuso y del avasallamiento “de un grupo de delincuentes que solo busca aprovecharse de lo ajeno y quedarse con lo que no es de ellos”.

“Llegó la Policía y les ha dado las garantías a ellos. Cumplimos el objetivo y ahora nos vamos a retirar como corresponde. Esta victoria del pueblo montereño, esta juventud hermosa que va a dejar claro que no va a permitir que nadie venga a quitarle lo que es de nosotros los cruceños”, sostuvo el gobernador.
El gobernador denunció amenazas y la presencia de armas entre los ocupantes, advirtiendo que la gente maltratada y amenazada de muerte.