Viceministro admite que clanes familiares del narco operan en Bolivia y dice que capturaron a más de 15.000 de sus miembros
El ‘Informe Mundial sobre Drogas 2025’, presentado el jueves en Viena, da cuenta que en el caso de Bolivia y Perú operan clanes familiares a pequeña escala.


Tras la publicación del ‘Informe Mundial sobre Drogas 2025’ de la ONU, el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, admitió este viernes que en Bolivia operan clanes familiares del narco, aunque precisó que lo hacen de manera eventual.
“El informe ratifica lo que venimos informando en diferentes foros que en Bolivia no existe cárteles del narcotráfico, un cartel es aquel que ocupa un espacio territorial, por tanto en Bolivia no existe carteles del narcotráfico”, señaló.
MIRA AQUÍ: Informe Mundial sobre Drogas de la ONU advierte de la operación de clanes familiares en Bolivia
“Existe clanes familiares que se dedican coyunturalmente (al ilícito) por diversos factores, uno de los factores es por la ubicación geográfica de nuestro territorio nacional”, señaló.
“Emisarios ingresan y captan ciudadanos bolivianos para poder transportar sustancias controladas hacia nuestros países vecinos para luego desde ahí trasladar (la droga) hasta el continente europeo”, añadió.
En su juicio, se trata de “un informe que resalta la política del Estado Plurinacional de Bolivia en cuanto a materia de lucha contra el narcotráfico”.
Dijo que en su gestión se aprehendieron a “15.126 personas que pertenecen a estos clanes familiares, reitero, coyunturalmente”.
Según Mamani, el territorio boliviano es un país se tránsito de drogas a mercados ilegales de Chile y Brasil y Argentina.
Informe
El ‘Informe Mundial sobre Drogas 2025’, presentado el jueves en Viena, explicó el vínculo entre el narcotráfico y el crimen organizado, y subrayó que constituye la principal fuentes de ingresos para los delincuentes.
El narcotráfico mueve cada año cientos de miles de millones de dólares en todo el mundo, una economía criminal mayor que el Producto Interior Bruto (PIB) de muchos países, y que financia organizaciones criminales con poder para desafiar a Estados y corromper instituciones, se lee en el documento.
En ese marco, se menciona que en el caso de Bolivia y Perú operan clanes familiares a pequeña escala.
Estas redes suelen cooperar con otros actores a lo largo de la cadena global de drogas y comparten con ellos tareas como transporte, distribución o lavado de dinero.