Hugo Pozo, el maestro del teatro que deja un gran vacío y profundo legado es Boliviano de Oro
Hugo Pozo Arias dejó de existir el lunes 4 de noviembre. Por el aporte que deja en varias generaciones es, sin duda, un Boliviano de Oro.
El mundo del arte despidió a uno de los grandes de Bolivia. Era reconocido como “el maestro” en el teatro, no solo porque conquistó a varias generaciones, sino también porque dejó su legado y sabiduría en varias generaciones de actores.
Hugo Pozo Arias dejó de existir el lunes 4 de noviembre. Es, sin duda, un Boliviano de Oro.
Trayectoria
El escenario marcó su vida desde la década del 70, su vocación la descubrió cuando era niño y desde entonces supo que la actuación sería el pilar de su vida.
“Alguien me pregunta: ‘Hugo, ¿qué se necesita para ser actor?’. Yo digo tres condicionantes: disciplina, puntualidad y entrega al trabajo”.
Asi era Pozo, un hombre entregado a las tablas. Así se consolidó como una figura fundamental del teatro y el cine boliviano
Su versatilidad era clave para asumir papeles en diversos géneros de la actuación. Fue Warjata o el Zambo Salvito en el teatro, pero también interpretó un sinnúmero de papeles en las más de 30 películas: Chuquiago, Mi Socio, American Visa y tantas otras.
“Hugo Pozo siempre se ha caracterizado por ser un artista polifacético, ha trabajado en el género del drama, de la comedia durante toda su vida, desde 1972. Estuvo encima de las tablas, puedo decirlo, hasta el último día de su vida”, destacó Guery Pozo, hijo del maestro.
El actor
Tuvo una existencia llena de historias, teatro y cine. Su carrera siempre estuvo ligada a la disciplina y autoexigencia, pero también a la enseñanza, por eso instituyó la Compañía de Teatro Hugo Pozo Bolivia, su propia academia.
Con su particular manera de contar historias, el actor pasó de papeles secundarios a protagonista, guionista, director y maestro.
“Arrancar sonrisas, risas y lágrimas es difícil y tiene uno que tener dones para poder lograr eso y él lo ha logrado mucho”, recordó el actor Germán Zamorano.
El actor Daniel Gonzales, con quien compartió las tablas, dijo que “por eso también se le ha dado el título de ‘maestro’, no solamente porque ha formado gente, sino porque ha sabido guiar a todos por más experiencia que hayamos tenido, nos ha sabido guiar y nos ha sabido formar”.
Es muy difícil determinar la cantidad de escenarios que Hugo Pozo visitó dentro y fuera de Bolivia con sus más de 300 en sus 52 años de trayectoria.
Despedida
El pasado jueves, una ovación le dijo ‘adiós’. Rodeado de sus familiares, de su elenco y amigos, cerró el telón de su vida en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez de La Paz que tanto amó.
“Por eso siempre tengo un dicho muy especial para los niños, adolescentes, jóvenes y todas las personas que están en el arte: el pasado es de los muertos, el futuro de los locos y el presente de nosotros”. Así era Pozo, el maestro del teatro que deja un gran vacío y profundo legado.