Monseñor Leigue: Utilizar a los pobres para llegar al poder y después olvidarse de ellos es “lo más indignante que hay”

El arzobispo de Santa Cruz recordó a los políticos y los postulantes su responsabilidad en la correcta administración de los recursos públicos.

Publicación: Hace 2 horas
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[Foto: Archivo] / El arzobispo de Santa Cruz, el monseñor René Leigue

En la homilía de este domingo, el arzobispo de Santa Cruz, el monseñor René Leigue, cuestionó el uso electoral de los sectores vulnerables en la campaña electoral.

En su criterio, utilizar a los pobres para llegar al poder y después olvidarse de ellos es “lo más indignante que hay”.

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“En este tiempo de campaña también se escuchan promesas y el uso a los pobres para llegar a algún cargo, que es lo más indignante que hay. Utilizarlos y después olvidarse de ellos, prometiendo algo que al fin sabemos que no se va a cumplir, eso es lo más indignante todavía”, manifestó Leigue este domingo.-

Bolivia está a un menos de un mes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que están programadas para el 19 de octubre.

El clérigo pidió a la comunidad católica elevar oraciones por los gobernantes y los dos candidatos que quedaron en la carrera electoral: Rodrigo Paz (PDC) y Jorge Tuto Quiroga (Libre).

Leigue recordó a los políticos y los postulantes su responsabilidad en la correcta administración de los recursos públicos.

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“Esperemos que ellos no se olviden cuando tengan el poder. Que no se olviden de Dios, como ha pasado y pasa a veces, se habla de Dios y después cuando están ahí se olvidan de todo”, dijo.

“Y cuando se les hace recuerdo de aquello que han prometido o de aquello que está mal, ya nos ven como malos”, añadió.

El clérigo también pidió a los fieles reflexionar sobre la manera en la cual se administran los bienes, tanto en la vida personal como en la función pública.

“Si las personas en su vida personal no saben amar las cosas que tienen ni respetarse como personas, cómo van a administrar y dejar el ejemplo al otro que viene”, cuestionó, según Erbol.

En ese contexto, señaló que los problemas que atraviesa el país no son culpa de Dios, sino de una mala administración: “En vez de administrar para repartirla entre todos, se miran a sí mismos y acumulan para sí mismos, sin ver la necesidad del otro”.